jueves, 2 de agosto de 2012

Medusa y Escamarlá....Los pescadores del Maresme...

Medusa y Escamarlá....Los pescadores del Maresme...

Lo prometido es deuda, me lo pedisteis y acepté. Va por vosotros queridos amigos, con mucho cariño.

Luís y José viven en un bonito y pequeño pueblo pesquero, junto al mar Mediterráneo. 
Luís, tiene ocho años, vive junto a sus padres y un hermano algo mayor que el.

José, un pelín mayor, pues tiene nueve años, vive con su padre, la abuela materna y una hermana más pequeña que el.


No van a la misma escuela, ni viven en el mismo barrio, pero tienen algo en común los dos. Les gusta mucho la pesca y los dos se las ingenian, para poder hacerlo.

Estaba un día Luís, sentado en unas rocas sobre el mar. Nunca iba al mismo sítio, le gustaba cambiar de lugar, cuando iba a pescar. A su lado un par de bolsas, una con pan duro y la otra vacía, ambas sujetadas con una piedra. Acababa de atar un extremo de su sedal, a su dedo índice y al otro extremo de este, un anzuelo, al que estaba a punto de insertar un trozo de pan, cuando apareció a su espalda José.
José, llevaba un cubo en una mano, con una cajita llena de lombrices dentro y en la otra, una cañapreparada por el, de esas que se encuentran en las riberas de los ríos, o bordeando las rieras.

Se había quedado parado, sorprendido, unos pasos detrás de Luís, no esperaba encontrar a nadie en su sitio preferido. Siempre acudía al mismo lugar y nunca se había topado con nadie allí.

Se acercó a Luís y le dijo...

- Hola, que estás haciendo por aquí ??
* Voy a pescar....y tu ya veo que traes una caña - respondió Luis
- Siempre vengo aquí, nunca te había visto. Me llamo José... y tu ??
* Es la primera vez que vengo a este sitio. Yo me llamo Luis.

José, llenó de agua el cubo y dejando en la roca, se sentó junto a Luís, cogió una lombriz de la caja, la inserto en el anzuelo y lo echó en el mar.

Luís puso el pan en el anzuelo y lo dejó caer al mar, mientras le preguntaba a José, si se había montado el, la caña de pescar.
-  Sí, con la ayuda de mi padre, el me explicó como hacerlo.- respondió
* Vienes mucho a pescar ?.. - preguntó Luis.
- Bastante, pero no se lo digas a nadie, tendría que estar ahora en la escuela y si se entera mi padre, me castigará.
* Uffffffffffffffff eso me pasa a mi, por eso cambio siempre de sitio, por si me buscan los míos.

Al poco rato, mientras los dos reían y hablaban de sus cosas, la caña de José comenzó a doblarse mucho, este tiró de ella y en el extremo apareció un pez.

Muy contento de su captura, fue recogiendo el sedal y metió al pez en su cubo. Lo estaba contemplando, cuando oyó a su nuevo amigo gritar....... Eurekaaaaaaaaaaaaaaa.


Giró la cara hacia Luís y vio que este, estaba tratando de agarrar al agitado pulpo, que había picado el anzuelo. Le ayudó y lo metieron en la bolsa.
Se marcharon al ratito, tras recoger las cosas. Los dos estaban muy contentos por la pesca obtenida, quedando para otro día, en el mismo lugar.

Así transcurrió algún tiempo, pero claro, no podía ser de otra forma, sus respectivos padres, se enteraron que hacían novillos en la escuela y las pruebas de donde pasaban el tiempo, estaban muy claras. Aparecían de la nada.. peces y pulpos en las neveras. No había duda alguna..Se  Iban de pesca.

Fueron castigados por sus respectivos padres. Los anzuelos, sedales, cubo, caña..fueron guardados, hasta que dejaran de faltar a la escuela y obedecerles sin engañarles.. Pero aun así.. tanto les gustaba la pesca, que se las ingeniaban para no faltar a su cita con los peces.

En el pueblo ya conocían sus hazañas pesqueras y hablaban mucho de ellos, de su afición. Tanto, que les pusieron un mote, un apodo a cada uno. El Medusa.. llamaban a Luís y El Escamarlá .. a José.

Un día sus padres se conocieron entre sí, hablaron del problema y decidieron poner remedio. No podía ser, que los niños les des obedecieran, faltaran a la escuela, que no estudiaran, ni hicieran los deberes.. por escaparse e ir a pescar. Eso, lo podían hacer los fines de semana y algún que otro día, que no tubieran deberes ni que estudiar.

Pensando la mejor manera de lograr un cambio en los niños, decidieron que si no lo volvían a hacer, les comprarían unos buenos aparejos de pesca. Una caña con su carrete, sedales, anzuelos y una bonita nasa, para guardar la pesca.


Y lo lograron. Nunca más ni Luís ni José, faltaron a la escuela, hicieron siempre los deberes y estudiaron mucho. Iban a pescar, cuando terminaban de hacerlo y los fines de semana, si no tenían obligaciones que hacer en casa.

Por ello, por portarse como es debido, por obedecer y estudiar,  recibieron sus regalos.

Pero algo no ha cambiado......Siempre en el pueblo, seguirán siendo para sus vecinos y amigos...


  '' El Medusa ''  y ............        

    '' El Escamarlá''

Elvira Moreno Dolz ( chagall )

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