Las lágrimas del dragón

Las lágrimas del dragón

Texto: Cuento japonés. Versión: Mari Pulido
Ilustración: Jorday

En una profunda caverna vivía un fiero dragón al cual las personas temían muchísimo. Sin embargo, había un niño llamado Taró que no tenía miedo de nada; por eso cuando su madre le preguntó a quién debía convidar para su cumpleaños, él le pidió que invitara al dragón.
Como Taró sabía que nadie se atrevería a buscarlo decidió hacerlo él mismo. Caminó a través de torrentes y bosques, hasta que llegó
a la profunda caverna.
—¡Señor dragón! –gritó–. Hoy es mi cumpleaños y mi madre prepara un montón de dulces. He venido para invitarte.
El dragón no podía creer lo que oía, miraba al niño
y rugía con terrible voz. Pero Taró continuaba insistiendo.
Entonces el dragón, conmovido por la bondad del niño, comenzó a llorar tanto que sus lágrimas formaron un río.
—Ven, móntate en mi grupa –le dijo– te llevaré a tu casa.
Taró montó sobre él y se fueron juntos. Pero mientras el dragón nadaba, por arte de magia, su cuerpo cambió de forma y el niño llegó feliz a su hogar, conduciendo una fabulosa barca con forma de dragón.