jueves, 29 de noviembre de 2012

La navidad llega a la ciudad

La navidad llega a la ciudad
Había una vez un pequeño pueblo llamado Montes Claros. Este año por Navidad han decidido poner en la plaza del pueblo un árbol de Navidad vacío para que cada persona le adorne y lleven regalos.
Elena lleva tres bolas y en cada una pone un dese
o:



La familia Pérez tiene mucho dinero y adornan el árbol con luces de colores.
Rodrigo no tiene trabajo y lleva otras tres bolas con sus mejores deseos:


Los niños del pueblo ponen alrededor del árbol de navidad un tren con sus regalos, deseos e ilusiones.
Este pueblo celebra la Navidad todos juntos. La Navidad nos une y cada persona sueña, desea y la vive según sus creencias. Yo os aconsejo vivirla con ilusión, amor y fe.
Aurora T. 3º B EPO

El pequeño ratón

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¿Sabéis? Todo el mundo cree que en el portal de Belén habia solo dos animales, el buey y la mula que daban calorcito al Niño Jesús. Lo que no cuenta la historia es que tambien había un pequeño ratoncito del que os voy a contar la increible aventura que le sucedió.
Nuestro ratoncito en cuestión era gris, de orejas grandes, ojitos saltones y con un rabo largo y fino como una antenita. Era travieso y juguetón y vivía cómodamente en un gran palacio de un importante rey de Oriente. Su mamá ratón le decía siempre:
— No salgas a buscar comida hasta que no sea de noche y los humanos se hayan dormido.
Pero un día vio desde su agujero madriguera un cofre lleno de queso de color amarillo brillante. Su curiosidad y glotonería pudieron más que los consejos de su madre y se atrevió a acercarse rápidamente al cofre para poder saborear un trozo de aquel sabroso queso. Cuando estaba cerca del cofre se abrió la puerta y allí entraron unos criados del rey. El ratoncito rápidamente saltó dentro del cofre para que no le vieran.
— El amo ha mandado que carguemos todas las ofrendas en los camellos porque partimos rápidamente - dijo uno de los criados.
— Sí, cerraré los cofres con llave - contestó otro criado.
El ratoncito muy asustado quedó atrapado en el cofre.
El viaje fue muy largo y como tenía un hambre terrible intentó comer un trozo de aquel queso, pero no pudo ¡Aquello no era queso! ¡estaba durísimo! Al morderlo se le cayó un diente.
El ratoncito recordó lo que su mamá le había dicho:
— Los ratones tenemos que cuidar mucho nuestro dientes porque son muy delicados.

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El ratoncito apretó con fuerza el diente dentro de su mano para no perderlo y pensó:
— Cuando vuelva a casa seguro que mamá sabrá arreglarlo.
Como el viaje nunca terminaba, el hambre y la sed eran cada vez mayores y el ratoncito se puso a llorar.
— ¿Quién está llorando? - preguntó el camello de voz ronca.
— Soy yo, un ratoncito que se ha quedado atrapado dentro del cofre. Tengo mucha hambre y no sé que hacer, ¿tú quién eres?, ¿puedes ayudarme?.
— Yo soy el camello Melquiades. No tengo las llaves del cofre pero te daré dátiles por la cerradura para que puedas comer hasta que lleguemos a nuestro destino.
Gracias a Melquiades el viaje se hizo más ameno para nuestro ratoncito.
De repente, un día el ratoncito notó que el cofre ya no se movía.
— ¿Qué ocurre Melquiades?

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Pero Melquiades no contestó. El ratoncito se asustó mucho al ver que una llave se introducía por la cerradura. Al instante el cofre se abrió. El ratoncito esperaba ver el salón de un lujoso palacio, sin embargo, se encontraba en un pobre establo para ganado. Frente a él había un niño recién nacido dormido dentro de un pesebre. A su lado estaba un hombre de larga barba y cara bonachona y una mujer de grandes ojos, mirada sonriente y una cara tan resplandeciente que al ratoncito le recordó a su madre. También había un buey y una mula que descansaban cerca del Niño y le daban calor con su aliento y muchos pastorcillos y gente humilde que traían regalos al Niño. El rey de Oriente también ofreció el cofre al Niño. El Niño al ver al pequeño ratoncito sonrió:
— ¡Mira como le gusta el oro! - dijo un pastorcillo.
— No, no es el oro lo que le hace sonreir, es ese pequeño amiguito. Dijo aquella señora cogiendo al pequeño ratoncito entre sus manos y enseñándoselo al Niño. El ratoncito al ver que todos le hacían regalos al Niño y que él no tenía ningún presente, abrió su manita y le ofreció el diente que con tanto cuidado había guardado durante el viaje.
El Niño sonrió de nuevo. La madre del Niño miró al ratoncito y le dijo:
— Eres un animal pequeñito pero tienes un gran corazón. A partir de ahora serán todos los niños del mundo los que te regalen sus dientes a tí y a cambio tú les llevarás un pequeño regalito. Ahora vuelve a tu casa con tu mamá y sé feliz.

La casa de muñecas


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Dibujo realizado por Jorge H. 4º EPO
Hoy es la noche de Navidad y Santa Claus ya tiene los regalos preparados.
María es una niña muy simpática y le puso a Santa Claus unas galletitas y un vaso de agua al lado del abeto y ella también se quedó al lado del árbol porque le quería ver. María estaba todo el rato mirando a la chimenea, hasta que una vez miró y se le cayó encima Santa Claus.
¡Perdón! ¡Perdón!- dijo y la regaló una chocolatina.
María rápidamente le preguntó donde estaba la casa de muñecas que le había pedido. Santa Claus le dijo que primero tenía que ayudarle a repartir los juguetes a todos los niños.
¡Vale, genial!- dijo María.
Y mientras iba en el trineo vio la casa de su amiga Lucía, la de sus abuelos, la de su prima Teresa, y... también vio que había muchos niños que ni siquiera tenían casa, vivían en la calle.
Después de un rato llegaron a la fábrica de juguetes de Santa Claus.
Cuando María entró se quedó con la boca abierta, estaba todo lleno de juguetes y pudo ver como destacaba entre todos, su preciosa casa de muñecas.


Metieron todos los juguetes en el trineo y empezaron con el reparto: la bicicleta para Sandra, el balón para Quique, el peluche para Lidia... y volaron de nuevo por encima de los niños que no tenían casa.
— ¿Y para estos niños qué regalos tenemos? - preguntó María.
— Ninguno, no tienen bolígrafo y no han podido escribirme ninguna carta - respondió Santa Claus.
Terminado el reparto solo quedaba un regalo en el trineo y Santa Claus dijo a María:
— Toma, aquí tienes tu casa de muñecas.
— ¿Aún estoy a tiempo de cambiar mi regalo? - dijo María. Es que he estado pensando que esta noche nace el Niño Jesús y él tampoco tiene casa, ni bolígrafo, pero los Reyes Magos, los pastores, los campesinos y mucha gente le van a llevar regalos. Cada uno lo que pueda, pero sobre todo mucho amor. Entonces quiero que cambies mi casa de muñecas y la conviertas en una casa más grande para que puedan vivir todos esos niños que hemos visto en la calle.
Y así fue. Desde aquella noche, Santa Claus entra todas las Nochebuenas por la chimenea de "la casa de muñecas".

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Lucía A. 4º EPO

La estrella azul

La estrella azul
¡Por fin llega la Navidad! Son fechas que esperaba porque vienen los Reyes Magos, los abuelos y todos mis familiares.
Además he visto un regalo y estoy esperando que me lo traigan ¡ya!, pero mis padres me han dicho qe no pida muchas cosas porque hay mucha gente que también quiere lo mismo que yo y no puede ni pedirlo.
Antes de nada os diré que el regalo que quiero es una estrella fugaz, pero es... ¡un secreto!
Es que ayer pusimos el belén y el árbol, lo que me faltaba era la estrella fugaz por eso la estoy deseando como nunca he deseado otra cosa igual.
Además, con lo bien que han preparado mis padres el vinito y el turrón ¡cómo no me la van a traer!.
Bueno me voy a cenar, que me tengo que ir pronto a la cama, ¡qué sino no vienen!
Mmm... ¡Qué buena estaba la cena de mamá y papá!. Había pescadito y turrón.
En mi nacimiento los ojos de Jesús son azules ¿y en el tuyo?.
Después de un rato me lavo los dientes y me voy a la cama. Al día siguiente lo primero que hago es despertar a mis padres y ver los regalos, todo el salón estaba lleno de auténticos regalos grandes y brillantes.
Yo abro los regalos la primera y lo que me encuentro es ¡una estrella fugaz! grande y preciosa envuelta en un papel de ositos.
A mis padres en cambio les regalan colonias y camisas y un lazo gigante para colgarlo del árbol.
Ahora que me doy cuenta, la estrella tiene un tono raro es como amarillo y azul y está mirando al Niño Jesús. Mis padres dicen que será así. Pero yo digo que no, que eso es por la mirada dulce y tierna del Niño Jesús, con esos ojos azules preciosos.
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Las aventuras de los Reyes Magos

Las aventuras de los Reyes Magos
Los Reyes de Oriente recibieron un correo electrónico que les informaba de que la Navidad se acercaba y también el nacimiento del Niño Jesús.
Era 16 de diciembre, como todos los años los Reyes Magos se pusieron en marcha.

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Tardaban una semana en llegar a Belen y comenzaron los preparativos. Por supuesto al estilo tradicional: compraron los camellos, alquilaron la estrella de Navidad más barata, contrataron a los pajes y entonces dispusieron en la alforjas los regalos del Niño Jesús, oro, incienso y mirra; también metieron comida y agua para alimentarse durante una semana.
Una vez todo preparado decidieron salir hacia Belén, caminaban por terrenos llanos, arenosos, pedregosos y, durante el trayecto, Melchor comenta a sus compañeros:
— Chicos, esto de ir en camello está muy bien para un ratito, pero un viaje tan largo ... Creo que al próximo año nos traeremos el todo terreno.
— Tienes razón Melchor, porque me están saliendo las mayores agujetas de mi vida en el trasero.
— Bueno, bueno... - dice Baltasar - no será para tanto, ¡qué sois unos quejicas!
Era la segunda noche y decidieron parar a descansar, cenaron con los pajes y durmieron bajo las estrellas.
A la mañana siguiente se dieron cuenta de que la estrella de Oriente se había esfumado:

Ya os decía yo que había sido mejor traer una brújula para guiarnos y una linterna de dinamo para ver el camino - comentó Melchor.

— ¿Por qué motivo habrá desaparecido la estrella? - dijo Gaspar.

— Porque hemos alquilado la estrella más barata y de la peor calidad. ¡Pero no nos desanimemos y sigamos adelante, pues el Niño Jesús nos espera!- dice Baltasar.
Anduvieron todo el día y al caer la noche cenaron con sus pajes alrededor del fuego como solían hacer.
Estaban agotados y cayeron rendidos en sus sacos de dormir. A medianoche unos bandidos les robaron las alforjas donde guardaban la comida, suerte que los regalos estaban guardados bajo los sacos de dormir.

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Al despertar exclamó Melchor:
— ¡Ladrones! ¡Ladrones! Nos han robado toda la comida.
Gaspar y Baltasar se despertaron sobresaltados al oir los chillidos de Melchor.
— ¿Cómo? Con el hambre que tengo hoy...
— Seamos positivos hombre, no pasa nada con la comida, allí tenemos unos campesinos, ¡eh amigos! ¿tenéis un poco de chorizo casero y queso manchego? Pues la estrella se nos ha esfumado y nos han robado la comida esta noche.
— ¡Claro! Aquí hay chorizo, queso, jamón y la bota de vino para que saciéis la sed - dijo el bondadoso campesino.
— El próximo año nos traemos la caravana con nevera incorporada - dice Melchor.
— ¿No sabrá usted, buen campesino, cuánto queda para llegar a Belén?- preguntó Baltasar.
— Es su día de suerte, ven ustedes toda la gente de allí, pues todos van a Belén.
Por fin los Reyes Magos llegaron a tiempo a Belén para entregar los regalos - oro, incienso y mirra - al Niño Jesús.
Guillermo S. 4º EPO


lunes, 5 de noviembre de 2012

Costumbres Guanches

Costumbres Guanches
La vestimenta utilizada por los indígenas era principalmente pieles curtidas de cabra u oveja llamada Tamarcos.
La lucha canaria, deporte juego, es una manifestación deportiva de origen guanche componente importante de las fiestas del Beñesmén y goza de especial atención en la actualidad por parte de los tinerfeños.
El juego del palo canario tiene su origen en los combates y juegos con palos de los aborígenes canarios y se ha mantenido hasta nuestros días pasando de maestros a discípulos.
El gofio era el alimento básico en la dieta de los guanches, es un tipo de harina de cebada, maíz o trigo molido tostada, al que le añadían agua o leche de cabra. En la actualidad este alimento es preciado por los ancianos principalmente por sus efectos energéticos.
Alguna de las danzas y cantos antiguos aparecen hoy en festividades religiosas, los nombres de algunos bailes como el tajaraste, el tanganillo o las saltonas proceden directamente de los guanches.
La alfarería decorativa y de adorno personal se materializa en los collares de cuentas y en las famosas pintaderas, una especie de símbolo de la iconografía guanche que consiste en un entrelazado de triángulos dentro de otro triángulo; la espiral es otro de los símbolos dominantes guanches.
El calendario guanche, comenzaba el 21 de junio y llamaban a su año Acano, se dividía en doce lunaciones con duración de 29 soles desde que aparecía la luna nueva, los nombres de estas lunaciones eran:
Mes del Sol Joven o primera lunación (junio-julio)
Mes de Recogida de la mies o segunda lunación (julio- Agosto)
Mes del Beñesmer o tercera lunación (Agosto-septiembre) fiesta del Beñesmer, una importante festividad del calendario agrícola de los guanches, se celebraba después de la recogida de las cosechas (el 15 de Agosto es la fecha de la celebración del Beñesmer, culto a la Diosa Chaxiraxi).
Mes del Pasto o cuarta lunación (septiembre –octubre)
Mes del Sol tibio o quinta lunación (octubre –noviembre)
Mes del Baifo o sexta lunación (noviembre-diciembre)
Mes del Sol anciano o séptima lunación (diciembre-enero)
Mes de la Luz o octava lunación (enero-febrero)
Mes del Verde o novena lunación (febrero-marzo)
Mes de Magek o décima lunación (marzo – abril)
Mes de Tinnit (Chaxiraxi diosa guanche después de la colonización fue convertida en la Virgen de la Candelaria) o décima primera lunación (abril-mayo)
Mes de los frutos o décima segunda lunación (mayo-junio)
Las principales celebraciones eran bodas, coronaciones de reyes (Menceyes), hazañas bélicas y acontecimientos pasados, imploraciones a los dioses así como la recogida de la siembra al inicio del año.
Las fiestas de las épocas de siembra consistían en diferentes ritos practicados durante nueve días.
La fiesta del Beñesmer, una importante festividad del calendario agrícola de los guanches después de la recogida de las cosechas dedicada a la Chaxiraxi (el 15 de Agosto es la fecha de la celebración del Beñesmer, culto a la Diosa Chaxiraxi) en esta fiesta los guanches compartían leche, gofio, carne de cabra u oveja (alimentos bien preciados para los guanches) en la actualidad esta fiesta coincide con la peregrinación a la basílica de la Virgen de Candelaria. Después de la colonización, hubo un sincretismo entre la diosa Chaxiraxi y la Virgen de Candelaria y su celebración tiene lugar el 2 de Febrero, aunque el 15 de Agosto se celebra su aparición. La celebración del año nuevo guanche fue también asimilada por sincretismo con la Fiesta de San Juan.
Entre las celebraciones culturales, se encuentran significativos vestigios de las tradiciones aborígenes en las fiestas actuales como en la Romería del Socorro, en Güímar, la Fiesta de la Virgen de Candelaria, la Fiesta del Corpus, en el valle de La Orotava, el Poleo en Icod de los Vinos y la Fiesta de San Juan.
Después de la colonización, las celebraciones se dividieron entre las de tipo oficial, y las populares, ligadas casi siempre a motivos religiosos. Las fiestas oficiales se organizaban en La Laguna que después de la colonización paso a ser la capital de Tenerife.

domingo, 4 de noviembre de 2012

Antiguos juegos playeros-Fincho, Huevo, Araña y Caña.

Antiguos juegos playeros-Fincho, Huevo, Araña y Caña.

Este juego, que yo tenga memoria, lo conocíamos por Fincho, Huevo, Araña o Caña, que eran las cuatro figuras que le daban su nombre. Se practicaba de la siguiente manera: Se formaban dos equipos de dos o tres cada uno. Se hacia un sorteo a ver quien iba arriba o abajo y empezábamos. Se ponía uno a horcajadas sobre el otro, montado a la pela como decíamos nosotros, que era con los muslos a la altura de los cuadriles del que cargaba con el. El de abajo agarraba al que tenia a sus espaldas por encima de las corvas y el de arriba, con una mano le tapaba los ojos al "caballo" y con la u otra libre hacia el dibujo en el aire de una de las cuatro figuras preguntando al mismo tiempo ? Fincho, huevo, araña o caña ?. Si el de abajo atinaba pasab
a a ser jinete y así hasta que se acordaba terminar.
Como anécdota recuerdo que al amigo Luis Ojeda, en uno de estos lances le toco hacer de montura y el jinete que le cayó en suerte llevaba un zapato que tenia por debajo una tacha y en los vaivenes del juego le hizo una buena zajada en la pierna. Con un poco de pimentón y tierra quedo como nuevo.
Eran jueguillos que hacíamos para entretenernos en verano y casi siempre quedaba algún dolorcillo de riñones pero éramos muchos y podíamos seguir.

Texto y dibujo: Vicente García Rodríguez
Hemeroteca miplayadelascanteras.com
Antiguos juegos playeros-Fincho, Huevo, Araña y Caña.

Este juego, que yo tenga memoria, lo conocíamos por Fincho, Huevo, Araña o Caña, que eran las cuatro figuras que le daban su nombre. Se practicaba de la siguiente manera: Se formaban dos equipos de dos o tres cada uno. Se hacia un sorteo a ver quien iba arriba o abajo y empezábamos. Se ponía uno a horcajadas sobre el otro, montado a la pela como decíamos nosotros, que era con los muslos a la altura de los cuadriles del que cargaba con el. El de abajo agarraba al que tenia a sus espaldas por encima de las corvas y el de arriba, con una mano le tapaba los ojos al "caballo" y con la u otra libre hacia el dibujo en el aire de una de las cuatro figuras preguntando al mismo tiempo ? Fincho, huevo, araña o caña ?. Si el de abajo atinaba pasaba a ser jinete y así hasta que se acordaba terminar.
Como anécdota recuerdo que al amigo Luis Ojeda, en uno de estos lances le toco hacer de montura y el jinete que le cayó en suerte llevaba un zapato que tenia por debajo una tacha y en los vaivenes del juego le hizo una buena zajada en la pierna. Con un poco de pimentón y tierra quedo como nuevo.
Eran jueguillos que hacíamos para entretenernos en verano y casi siempre quedaba algún dolorcillo de riñones pero éramos muchos y podíamos seguir.

Texto y dibujo: Vicente García Rodríguez
Hemeroteca miplayadelascanteras.com

Este juego no recuerdo como se llamaba, pero consistía en lo siguiente....

Este juego no recuerdo como se llamaba, pero consistía en lo siguiente....

En este juego había que tener mucha maña y fuerza a la vez. No siempre ganaba el más fuerte, muchas veces el menos musculoso con un jeitillo a tiempo ganaba el "combate": a ver si me explico bien.
Solo dos participantes y tenían que ser los dos diestros o zurdos. Claro que también podían ser ambidiestros. La cuestión era que tenia que ser mano derecha contra mano derecha o izquierda contra izquierda.
Se trazaba una raya en la arena y cada uno ponía un pié a unos centímetros de la marca. Se daban la mano y a la voz de" a la una a las dos y a las tres" cada uno tiraba del rival. El pié colocado cerca de la raya era obligado no moverlo. El otro pié se podía mover libremente pues era el que servia de punto de apoyo par
a no perder el equilibrio. Con frecuencia se aprovechaba el empuje del contrario para hacerle el vacío y descolocarlo.

Texto y dibujo: Vicente García Rodríguez

Hemeroteca miplayadelascanteras.com
Este juego no recuerdo como se llamaba, pero consistía en lo siguiente....

En este juego había que tener mucha maña y fuerza a la vez. No siempre ganaba el más fuerte, muchas veces el menos musculoso con un jeitillo a tiempo ganaba el "combate": a ver si me explico bien.
Solo dos participantes y tenían que ser los dos diestros o zurdos. Claro que también podían ser ambidiestros. La cuestión era que tenia que ser mano derecha contra mano derecha o izquierda contra izquierda.
Se trazaba una raya en la arena y cada uno ponía un pié a unos centímetros de la marca. Se daban la mano y a la voz de" a la una a las dos y a las tres" cada uno tiraba del rival. El pié colocado cerca de la raya era obligado no moverlo. El otro pié se podía mover libremente pues era el que servia de punto de apoyo para no perder el equilibrio. Con frecuencia se aprovechaba el empuje del contrario para hacerle el vacío y descolocarlo.

Texto y dibujo: Vicente García Rodríguez
Hemeroteca miplayadelascanteras.com

Juego del Burro Manso.

Antiguos juegos playeros-Juego del Burro Manso.
juego

Se llevaba a cabo este juego con dos equipos de 5 o 6 jugadores cada uno.
Para saber la posición en que quedaría cada equipo lo echábamos a suerte de la siguiente manera: nos colocábamos todos en semicírculo delante de uno de nosotros elegido arbitrariamente, y este, uno por uno y de izquierda a derecha nos iba señalando con el dedo índice tieso incluyéndose el mismo y diciendo cada palabra a un particípante; palillo, palillo, palazo, palazo, carabina, escopetazo, agua, fuente, corre, bebe, monta, tú, sobre, este. Los señalados con " Tú " y " Este " se salían del semicírculo sabiendo cada uno la posición que le tocaría en el juego, y así hasta formar los dos grupos. El equipo desfavorecido colocaba, a uno de pié con la espalda pegada a la pared, el siguiente con el hombro pegado a la cintura del de la pared, el tercero detrás del segundo con el hombro apoyado donde la espalda pierde su nombre y así sucesivamente. Principiaba el juego. Uno a uno los del equipo favorecido tomaban carrerilla gritando “ Monta la uva monta garbanzo monta en este borriquillo manso", pegaba un brinco y quedaba, si podía, escarranchado sobre la espalda del primer agachado. Los demás saltadores hacían lo mismo y cuando todos estaban montados, los de arriba gritaban" Arriba o Abajo". Los "burros" si podían aguantaban respondiendo ¡Arriba! Esperando a que alguno de los de arriba se escurriera y tocara la arena con la mano o con el píe. Entonces el equipo montado pasaba debajo y vuelta a empezar. Los macanazos que nos llevábamos no eran ni normales. No nos rompíamos la espalda de puro milagro y porque Dios es grande.

Vicente García Rodríguez
Antiguos juegos playeros-Juego del Burro Manso.
juego

Se llevaba a cabo este juego con dos equipos de 5 o 6 jugadores cada uno.
Para saber la posición en que quedaría cada equipo lo echábamos a suerte de la siguiente manera: nos colocábamos todos en semicírculo delante de uno de nosotros elegido arbitrariamente, y este, uno por uno y de izquierda a derecha nos iba señalando con el dedo índice tieso incluyéndose el mismo y diciendo cada palabra a un particípante; palillo, palillo, palazo, palazo, carabina, escopetazo, agua, fuente, corre, bebe, monta, tú, sobre, este. Los señalados con " Tú " y " Este " se salían del semicírculo sabiendo cada uno la posición que le tocaría en el juego, y así hasta formar los dos grupos. El equipo desfavorecido colocaba, a uno de pié con la espalda pegada a la pared, el siguiente con el hombro pegado a la cintura del de la pared, el tercero detrás del segundo con el hombro apoyado donde la espalda pierde su nombre y así sucesivamente. Principiaba el juego. Uno a uno los del equipo favorecido tomaban carrerilla gritando “ Monta la uva monta garbanzo monta en este borriquillo manso", pegaba un brinco y quedaba, si podía, escarranchado sobre la espalda del primer agachado. Los demás saltadores hacían lo mismo y cuando todos estaban montados, los de arriba gritaban" Arriba o Abajo". Los "burros" si podían aguantaban respondiendo ¡Arriba! Esperando a que alguno de los de arriba se escurriera y tocara la arena con la mano o con el píe. Entonces el equipo montado pasaba debajo y vuelta a empezar. Los macanazos que nos llevábamos no eran ni normales. No nos rompíamos la espalda de puro milagro y porque Dios es grande.

Vicente García Rodríguez

sábado, 3 de noviembre de 2012

El zorro y las cabritas


Un día la mamá de las cabritas tuvo que salir a comprar la comida y les dijo a sus hijas: “No le abran la puerta a nadie más que a mí. Tengan mucho cuidado con el zorro”.

Poco después de haberse ido la mamá cabra, el zorro se acerco a la casa de las cabritas y toco la puerta.

El zorro y las cabritas


El zorro y las cabritas “¿Quién es?” preguntaron las cabritas. “Soy yo, es mamá abran hijas mías” contesto el zorro tratando de imitar la voz de la mamá cabra.

La más pequeña de las cabritas, que era la más lista, le dijo: “Nuestra madre tiene la voz más dulce. Tu eres el zorro”.
El zorro y las cabritas Después de un rato, el zorro volvió a tocar la puerta y esta vez su voz salió más dulce semejante a la de su madre, pero de nuevo la cabrita no confió, abrió un poco la puerta y le dijo: “Si en verdad eres nuestra madre muéstranos una pata por la rendija”.

Al ver la pata negra de zorro las cabritas cerraron la puerta gritándole: “¡Tú no eres nuestra madre! ¡Ella tiene las patas blancas!”.
El zorro y las cabritas El zorro corrió en busca de harina para blanquearse las patas, pero en su carrera cayó a un arroyo y empezó a hundirse. “¡Auxilio! ¡Sáquenme de aquí! ¡No sé nadar!” gritaba el zorro.
El zorro y las cabritas La mamá cabra en ese momento llegaba de las compras y le dijo al zorro: “Te sacaremos si prometes no tratar de comernos más” el zorro lo prometió.

La mamá cabra y las cabritas le tiraron una cuerda. Jalaron y jalaron hasta que el zorro estuvo a salvo.

“¡Muchas gracias me salvaron la vida!” dijo el zorro. La mamá cabra felicitó a las cabritas por ser tan precavidas y regresaron a su casa felices de estar otra vez juntas.

viernes, 2 de noviembre de 2012

La estrellita fugaz

Había una vez un niño llamado Tovías asi que Tovías contará el cuento o historia mejor dicho. Un día mi mamá nos dijo a mi y a hermana que cuando viéramos una estrella fugaz pidieramos un deseo.


Un noche salí al jardín y vi en el cielo una estrellita fugaz y rapidamente pedi un deseo lo que pedí fue hacer un viaje espacial.

Despues me a fui a mi cama y me dormir, de pronto me despertó una intensa luz ¡Era una estrellita fugaz! que me dijo:


"Ven y sube a unos de mis picos, te llevaré de paseo". Salimos volando y en un instante estábamos en medio del espacio, había muchas estrellas de todos los colores y muy lejos se veía la Tierra y la Luna. También vimos un comenta con su larga cola y plateada.

Yo le dije a estrellita que quería concer a Marte, me dijo que para llegar a Marte había que pasar por la región de asteroides que son como unas piedrotas con las que podiamos chocar, pero Estrellita (Como la llamé) era muy veloz y podía esquivar a los asteroides.

¡Qué susto me di! Finalmente llegamos a Marte, todo rojo y desierto como lo describen los libros,
de pronto empezó a verse una luz muy brillante, "Vámonos rápido" me dijo Estrellita, "Es el sol que va saliendo si nos ve, me casigará por andar cumpliendo los deseos de los niños" dijo nuevamente. De regreso a casa Estrellita me explicó que el sol tiene nueve planetas que giran alrededor de él,
uno es la Tierra, antes de llegar a la Tierra pasamos cerca del satelite Morelos, que México mandó al espacio.
Llegamos a casita y Estrellita me dio un beso. Me dijo que me portara bien y algún día volveríamos a pasear por el cielo.
 
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La casita del caracol

La casita del caracol


Había una vez en un terreno abandonado vivían muchos animales.

Entre ellos vivía un gusanito que no tenía casa.

Un día el gusanito decidió ir a la casa de otros animales para pedirle que lo dejaran vivir con ellos.


Primero fue a un hormiguero y dijo: "Hormiguita, yo no tengo casa. ¿Me dejarías vivir contigo?" la hormiguita contestó: "Bueno, si quieres te puedes quedar, pero te prevengo que te a las hormigas nos gusta comer gusanitos".
El gusanito, espantado, se fue al estanque de los peces y dijo: "Pececito, yo no tengo casa. ¿Me dejarías vivir contigo?" el pececito contesó: "Bueno, si quieres te puedes quedar pero te prevengo que a los peces nos gusta comer gusanitos".
El gusanito, espantado, se subió a un árbol. y vio un agujero de ardillas. Entonces se acercó y dijo: "Ardillita, yo no tengo casa ¿Me dejarías vivir contigo?" la ardillita dijo: "Si quieres te puedes quedar, pero te prevengo que a las ardillas nos gusta comer gusanitos".
El gusanito, espantado, siguío subiendo al ábol, llegó a un nido de pájaros y dijo: "Pajarito, yo no tengo casa. ¿Me dejarías vivir contigo?" contestó el pajarito: "Bueno, si quieres te puedes quedar, pero te prevengo que a los pájaros nos gusta comer gusanitos".
El gusanito, espantado, se cayó del árbol, se encontró con un duendecillo y dijo: "Amiguito, yo no tengo casa ¿Me dejarías vivir contigo?" el duendecillo contestó:
"Ven aquí hay muchas casas vacías, pero son redondas, mete primero la cola y deja tu cabeza afuera, así puedes llevar tu casa a donde quieras".
Y así, desde aquel día el gusanito se trasformó en caracol.
 
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La jacaranda

La jacaranda

Había una vez en un parque una jacaranda que no había florecido nada, los áborles de junto estaban de fiesta, todos tenían hojas verdes y brillantes.

Muy contentos, mecían con el suave viento de la primvera. "¡Sería mejor que la cortaran! ¡No se ve bonita entre nosotros!" dijo un álamo, "¡Si! No tiene color ni canta con el viento. ¡Mejor que la corten!" dijo un sauce. La jacaranda se estremeció de miedo. "¿De verdad me irán a cortar?", se preguntó y se puso a llorar.



Una hada llamada El hada Azulita, que pasaba cerca, escuchó los sollozos de la jacaranda y le preguntó: "¿Quié llora? ¿Quién está triste en primavera?". Los arboles dijeron: "Es la jacaranda.

Está triste porque la van a cortar ¡Se ve fea y muy seca!" El hada Azulita se acercó para consolar a la jacaranda "No llores lo que te hace falta son cuidados y cariño. Voy a pedir a mis amigos que te ayuden" El hada Azulita se despidió de la jacaranda y fue a ver al Sol.
¡Señor Sol! ¿Puede used darle unos de mis rayos a la jacaranda? dijo El hada Azulita, "No puedo, Me gustaría, pero la señora Nube no se ha movido y no deja que mis rayos lleguen a la jacaranda" "Entonces hablaré con la nube, querida señora ¿Podría moverse un poquito para que los rayos del sol pueda llegar a la jacaranda?" "No puedo ¿No ve usted que estoy cargada de agua y no puedo moverme?" dijo la nube.

El hada se quedó pensando y se le ocurrió pedirle ayuda al viento. "Señor viento ¿Podría ayudarme a mover a la nube para que la luz del Sol pueda llegar hasta la jacaranda?" dijo el hada. El viento aceptó y comenzó a soplar, hasta que la reventó.
Después el Sol le dio luz y calor. Poco a poco aparecieron hermosas florecitas que llenaron las ramas de la jacaranda. Entonces, el hada Azulita dijo: "Para que la jacaranda se vea aún más hermosa, pintaré sus flores de mi color preferido"

Al tocarlas con su varita mágica todas las flores se volvieron azulitas. Los árboles se sorprendieron, pero se alegraron mucho al ver que la jacaranda florida ardonaba el parque con su hermoso color. Desde ese día ya nadie pensó cortarla. Fin

El sombrero de la bruja

Había una vez una bruja que vivía en un espeso bosque, un día que el viento soplaba muy fuerte, la bruja salió en su escoba en busca de aventuras.

Pero la bruja olvidó amarrar su sombrero y el viento se lo voló.

El sombrero de la bruja



El sombrero de la bruja El sombrero cayo en la cabeza de un campesino que labraba sus tierras, el campesino sintió que volaba y en un, dos por tres acabó de labrar todas sus tierras. El campesino feliz iba a enseñarle el sombrero mágico a su esposa cuando el viento se lo voló.
El sombrero de la bruja El sombrero cayó en la cabeza de una viejita que lavaba su ropa junto el río, sintió que volaba y en un, dos por tres terminó de lavar toda su ropa. La viejita feliz por su sombrero nuevo, iba a enseñárselo a sus hijos cuando el viento se lo voló.
El sombrero de la bruja El sombrero cayó sobre la cabeza de un niño que guiaba una carreta cargada de bultos, el niño sintió que volaba y en un, dos por tres el niño recorrió todo su camino y llegó a su granja.
El sombrero de la bruja Muy contento el niño iba a mostrarle el sombrero mágico a sus padres, cuando de pronto vio una bruja que volaba la cual se le acercó y le dijo: “Niño, dame ese sombrero” contestó el niño: “No, este sombrero es mío, me lo trajo el viento”.
El sombrero de la bruja Dijo de nuevo la bruja: “No niño el sombrero es mío, solo que el viento me lo voló”, entonces el niño se devolvió y la bruja a cambio le dio una bolsa de monedas de oro. El niño muy feliz se fue a su casa para entregar el dinero a sus padres y la bruja también muy feliz se fue para seguir haciendo sus divertidas travesuras con su sombrero mágico.
 

Cuento de el piojo y la pulga



El piojo y la pulga se van a casar, no se han casado por falta de maíz.

Responde el gorgojo desde su maizal: “Hágase la boda que yo doy el maíz”.


Cuento de el piojo y la pulga

Cuento de el piojo y la pulga Salta el ratón desde su ratonera y dice: “Amarren al gato que yo iré a apadrinar”.


Cuento de el piojo y la pulga Salta la cucaracha que se desafina y contesta: “Tráiganme una falda que yo seré madrina”.


Cuento de el piojo y la pulga Se hizo la boda, hubo mucha comida, mucho vino, se soltó el gato, se comió al padrino y los recién casados vivieron felices.