- El náufrago
- Texto: Versión: Mary Pulido
Ilustración: Sonmy
Mientras los demás pasajeros nadaban con gran esfuerzo, el hombre rico le prometía a la diosa Atenea toda clase de riquezas si ella lograba salvarlo.
Uno de los náufragos le gritó:
—Pide a Atenea, pero también a tus brazos, para que soporten hasta la costa.
Una vez a salvo, se le acercó y le dijo:
—Cuando pidas ayuda en tus problemas, demuestra primero que ya estás trabajando para solucionarlos.
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