- La flor más hermosa
- Texto: Versión: Mari Pulido
Ilustración: Sonmy
Fue así que una de de las sirvientas del palacio, que hacía tiempo amaba al príncipe en secreto, decidió presentarse al concurso.
La muchacha cuidaba de su semilla. Con mucha paciencia y ternura lo intentaba todo, pero… pasó el tiempo acordado y la flor se negó a nacer. Consciente de su esfuerzo decidió presentarse en la corte.
A la hora señalada estaba allí, con su vaso vacío. Todas las otras pretendientes tenían una flor, cada cual más hermosa. Finalmente, llegó el momento esperado. El príncipe, lo observó todo con mucha atención y luego anunció:
—Será mi esposa aquella bella joven con el vaso vacío.
Se armó un revuelo tremendo. Todas las aspirantes protestaban diciendo que aquella sirvienta no había cultivado nada.
—Todas las semillas que entregué eran estériles –explicó el príncipe–. Esta joven fue la única que cultivó la flor que la hizo digna de convertirse en emperatriz: la flor de la honestidad.
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