miércoles, 30 de mayo de 2012

El pececillo Lucio

El pececillo Lucio
 

De entre moho y hojas de se asomó Lucio, un pececillo de apenas cinco centímetros, que vivía en el fondo de la fuente bebedero, de la casa terrera de Ingenio.
Vio que se acercaban los  compañeros del lugar, corrían, porque había caído en el agua comida. Como todo el mundo acudía, Lucio hizo lo mismo, pues también le picaba la curiosidad.
—¿Qué pasa? —preguntó LUCIO a su amigo la rana CUCU.
—Que han echado comida —contestó este- .
Lucio participó en el banquete con Cucu y sus amigos
Un día, Lucio estaba nadando tranquilamente, cuando vio que un trocito de comida muy pequeñito caía desde arriba lentamente y se puso delante de él. Lucio vio que ningún amigo se había dado cuenta de la existencia de aquél trocito de manjar. Miró a los lados y dijo:
—¿Me lo como o no me lo como? Es un trozo muy pequeño. Como venga un amigo, seguro que me lo quita.
Lucio se acercó al trocito y lo olió.
—¡Um! ¡Qué bien huele! Tiene que saber exquisito. ¡Me lo como!
Se lo tragó enterito.
—¡Oh! ¡Qué bueno!
En seguida se dio cuenta que un hilo muy fino le salía de la boca y al tragar sentía un dolor en la garganta.
—¡Un anzuelo! ¡Me he tragado un anzuelo! —dijo Lucio desesperado.
Intentó escupir el anzuelo, pero se lo había enganchado dentro y le dolía. No sabía qué hacer y empezó a huir. Pidió ayuda asu amigo Cucu, que estaba escondido, dentro del moho, para que no le pasase nada.
—¡Ay! ¡Ay! ¡Me duele mucho el anzuelo en la garganta y, encima, me estoy asfixiando!
Cuando Lucio estaba colgado del hilo, vio al gato Cartujo, que se  ESTABA RELAMIENDO PENSANDO EN LA SUERTE QUE HA TENIDO Y LLENARA SU BOCA CON EL PEZ LUCIOY ESCUPA SUS ESPINAS.
—¡Te he pescado Lucio!  y ahora Bon Appetit
—¡Ay, ay, ay! ¡Qué malito estoy! —dijo cansadísimo el pececillo.
Cartujo se lo acercaba a la boca, cuando de repente, llegaron todos los animales de casa, e increparon a Cartujo, el cual no hacia caso y cada vez abría más suboca , donde iba a introducir a Lucio y comer esquisito manjar.

Entonces Canario, Pinzón, Colombina, Quesito, comenzarón una estrategia militar:  análisando las condiciones de Cartujo,comenzarón a volarle en picado, a morderle las uñas de los pies, logrando que callese de bruces y escapandosele Lucio el cual volvió a caer el la fuente bebedero.
—¡Estoy en el agua! Por fin respiro.
Cartujo corrió a su casa, a la abrigo de los mimos de la abuelita y carne en lata, que no le gustaba mucho, pero o comía eso o...
Los pajaros, palomas, gallos y gallinas, lagarto etc, estban vigilante y alredor de la fuente bebedero.
Se me olvidaba comentar, que Lucio, lo trajo Pepito, que había comprado en un acuario.
Lucio, se curara, porque no hay mejor cura que la ayuda de  sus amigos.

Colorín colorado...

Armando Torres Fuentes

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