"El Tengu Azul y el Tengu Rojo"(*1)
Hace mucho, mucho tiempo, vivían un Tengu azul y un Tengu rojo en una montaña muy alta.
Los dos eran íntimos amigos.
Les gustaba observar a las personas desde lo alto.
Un día el Tengu rojo preguntó: "¿Cuánto tiempo hace que vivimos aquí?"
El Tengu azul contestó:"Desde hace quinientos años."
El Tengu rojo dijo: "Los hombres han cambiado mucho en todo este tiempo. Pero nosotros no hemos cambiado nada."
El Tengu azul dijo: "Frecuentemente ellos andan riñiendo construyen ciudades y tan pronto empiezan a pelear destruyen todo y otra vez se repite lo mismo."
El Tengu rojo dijo: "¡Entiendo! ¡Tenemos que reñir! Nunca hemos reñido durante quinientos años por eso no hemos cambiado nada."
El Tengu azul dijo: "Somos íntimos amigos, por eso no es necesario."
El Tengu rojo dijo: "¡Sí! ¡Nunca hemos reñido por eso no hemos progresado! ¡De momento dejemos de jugar! ¿Sí?"
El Tengu azul contestó: "Está bien"
Y empesaron a reñir.
Un día el Tengu azul estaba obsevando a unos hombres.
El dijo "Estoy aburrido de estar solo. ¡Oh! ¿Qué es aquello? ¡Son muy bonitos! ¡Voy a alargar la nariz un poco más!"
Su nariz se alargó hasta un castillo porque quería tocar unas prendas muy bellas que veiía en su interior.
En ese momento una criada estaba colgando un hermoso "kimono"(*2) de una princesa. Ella no se percató y lo colgó en su nariz.
El se sorprendió porque su nariz llegó a pesar mucho. Acortó su nariz precipitadamente y conseguió muchas ropas bonitas.
En ese momento vino el Tengu rojo y dijo: "¿Por qué tienes muchas ropas bonitas?"
El Tengu azul contestó: "Alargué la nariz hasta un castillo y pegaron prendas en ella. Te doy la mitad."
El Tengu rojo dijo: "¡No quiero!" y se marchó a otro sitio.
El Tengu rojo estaba muy envidioso. Pensó: "Yo también quiero ropas bonitas. ¡Voy a alargar la nariz hasta un castillo!"
Y su nariz se alargó hasta uno. ¡Pero en éste se entrenaban artes marciales! Ellos al ver su nariz se arrojaron sobre ella con la espada en la mano.
El Tengu rojo se sorprendió porque le dolió mucho. Acortó su nariz precipitadamente.
En ese momento el Tengu azul vino y dijo: "¡¿Qué te pasa?!"
El Tengu rojo le contó llorando lo pasado.
El Tengu azul le dijo: "Está bien. Te doy la mitad de estas ropas bonitas. Por eso ya no llores."
Los dos se reconciliaron y vivieron en armonía para siempre.
¡Y colorín colorado
este cuento se ha acabado!.
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