El caballito
Este juguete está formado, en su forma más elemental, por un palo de escoba o de otro tipo al que se ata en su parte superior un cordón que se divide, y con una extensión de treinta centímetros aproximadamente hace las veces de rienda.
Otra forma de construirlo es adosándole a la parte superior del palo una silueta de cabeza de caballo, de cuya boca salen para un lado y para el otro, las cuerdas que hacen las veces de rienda.
Los niños se colocan a horcajadas sobre el palo y se mueven simulando el trotar del caballo.
También existe un caballito tipo mecedora, en donde los niños se sientan y se hamacan.
Existen otras maneras de jugar al caballito: un niño hace de caballito y el otro le coloca una soga pasando sobre el hombro, bajándola por sus axilas; luego se monta sobre el caballito, toma las riendas, y hace todas las maniobras que se harían con un verdadero animalito.
Otra manera de jugar es de a dos o más parejas de niños: un niño se monta a caballo de otro (en sus hombros), y se forman así varias parejas. El objetivo es tratar de derribar a los que están montados. El que no ha sufrido caídas es el ganador del juego.
Un villancico que tiene que ver con este tradicional juego dice así:
Arre caballito,
Vamos a Belén,
Que mañana es fiesta
Y pasado también.
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