El Topillo Pitymy vivía en el sótano izquierda del Jardín de la
Babosa Milagritos y era el dueño de la única tienda "Todo es un chollo"
que había en los alrededores. No tenía demasiados amigos porque todos lo
consideraban un usurero que se aprovechaba de la necesidad de los
vecinos y sólo tenía por amiga a la Urraca Pica-Pica que siempre le
llevaba bolitas de vidrio muy brillantes que acostumbraba a coger sin
permiso, de cualquier sitio que se le antojara.
Un día que la Babosa Milagritos estaba tejiendo unos patucos para
el primer bebé que esperaba, sentada encima de una margarita al lado de
su casa que, desde que se casó con el Caracol Tadeo, era el girasol más
grande del Jardín por aquello de que querían ser familia numerosa; como
digo, cuando estaba menguando unos puntos para hacer el talón, se
acercó la Hormiga Cabezagrande y le dijo:
-Milagritos,
sé donde hay un tesoro- y sin decir más comenzó a subir por el tallo de
la margarita donde estaba sentada Milagritos para contarle en secreto
su descubrimiento.
Milagritos, que era muy curiosona y no se perdía una de lo que
pasaba en el Jardín, guardó la labor y se puso las antiparras para oír
bien. ¡No! no os asombréis, ya sé que todos sabéis que unas antiparras
son unas gafas y eso no se necesita para oír mejor, pero Milagritos así
lo creía y siempre que le explicaban un chisme de lo que pasaba en la
Sociedad del Jardín, se colocaba las antiparras. Era una costumbre tonta
que tenía.
-La
Urraca Pica-Pica esconde algo entre el césped que hay en la piscina- le
dijo la Hormiga -la he visto hurgando entre la hierba más de una vez y
cuando ve que me acerco, se pone a silbar haciéndose la tonta. Si te
atreves, vamos ahora que no hay nadie, aprovechando que está la piscina
cerrada y lo cogemos y nos lo repartimos.
Milagritos se quedó pensativa durante un rato. A ella no le
parecía bien coger algo que no le pertenecía, aunque todos sabían que a
las urracas eso no les importaba demasiado, porque vivían de esas cosas.
Pero se acordó que su vecina la Oruga Doña Pelitos, estaba pasando un
mal momento económico porque a su marido le había llegado el momento de
la jubilación y ya no trabajaba. Se pasaba el día durmiendo envuelto
cada vez un poco más en el capullo de seda que estaba formando para
poder ser una crisálida y transformarse en mariposa y Doña Pelitos como
tenía que alimentar a siete gusanitos que todavía le quedaban por criar,
la pobre lo estaba pasando fatal. Así que Milagritos pensó que, si de
verdad había un tesoro en el jardín, la que más se lo merecía era la
Oruga Pelitos y allá se fue con Cabezagrande en busca de ese tesoro que
decía estaba escondido.
Cabezagrande la guió hasta un rincón del césped que rodeaba la
piscina, allí donde empezaba la enredadera que cubría la pared. Empezó a
excavar con sus patitas y ayudada de sus poderosas mandíbulas, hizo un
agujero en la tierra por donde desapareció. Milagritos se quedó
esperando mucho rato vigilando que nadie las viera disimulando que
tomaba el sol y cuando ya estaba preocupada porque Cabezagrande tardaba
un montón en salir, vio que aparecían sus antenas por el agujero y entre
sus patas traía bien agarrada la canica de colores irisados más bonita
que jamás se había visto. La guardaron corriendo en una campanilla que
usaron como bolsa y mientras se la llevaban, Milagritos le explicó a la
Hormiga los problemas que la Oruga Doña Pelitos tenía con su marido.
Cabezagrande que era una Hormiga muy buena, comprendió los apuros de su vecina y entre las dos decidieron ayudarla.Pensaban
acercarse a su casa para hablar con ella y entregarle la canica para
que hiciera lo que quisiera pero, por no molestar, decidieron llamarla
por el móvil y después de hablar un rato, acordaron que lo mejor era
vender la canica al Topillo Pitymy y allá se fueron las tres para hacer
un buen negocio y ayudar, de esta manera, a la Oruga Doña Pelitos a
salir de apuros.
¡Ah!
Para que todos lo sepáis. La Lagartija Trapisondas que como ya sabéis
es la periodista, fotógrafa y Directora de la Revista semanal "Dimes y
Diretes" que sale semanalmente en el Jardín, propuso en la de aquella
semana que a Milagritos y a Cabezagrande, les concedieran la Medalla de
las Ayudadoras de las Orugas necesitadas y ¡menuda fiesta se organizó
aquel día...! ¡Ya lo explicaremos...ya!
1 comentario:
Otro más¡¡¡¡¡ Registrado y puesto en este blog sin permiso, denunciable.
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