sábado, 1 de septiembre de 2012

Las Habichuelas Mágicas

Las Habichuelas Mágicas
Cuento de los Hermanos Grimm

Juan vivía con su madre en el campo. Un día, mientras Juan paseaba, se encontró un paquetito debajo de un árbol.

Miró dentro del paquetito y vio que en él sólo había unas pequeñas semillas redondas; entonces, Juan se guardó las semillas en el bolsillo y se fue muy contento a su casa.
Al día siguiente Juan plantó las semillas en el jardín de su casa y se fue a la cama porque estaba muy cansado.

Cuando Juan despertó descubrió que a las semillas les había crecido raíces y tallos tan largos que se perdían en las nubes.

Juan asombrado trepó por uno de los tallos y al llegar arriba, vio un gran castillo.
Juan se acercó al castillo y entró con mucho cuidado. Dentro del castillo, sentado en un sillón, vio a un gigante que roncaba sin parar, con un montón de monedas de oro a sus pies.
Juan se acercó al gigante de puntillas y se llenó los bolsillos con todas las monedas que pudo tomar.

Pero, de pronto, él gigante despertó y al ver a Juan se enfureció y dando un rugido, intentó atrapar a Juan.
El niño corrió y corrió hasta el tallo de las habichuelas mágicas, descendió por la planta y, cuando llegó al suelo, fue hasta la casa por un hacha y  cortó el tallo para que el gigante no pudiera bajar.
Juan y su madre vivieron muy felices desde entonces con las monedas de oro del gigante y nunca más necesitaron de ese paquetito de semillas de habichuelas.

FIN

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