sábado, 30 de junio de 2012

Mamá, mamá, hay un monstruo en el váter.

Mamá, mamá, hay un monstruo en el váter.

- ¿Pero qué es eso de que hay un monstruo en el váter?
- Que sí, que sí, pero ven rápido…
-
Eso es imposible. Anda niña, déjame en paz…
- Pero es que necesito hacer pipí y el monstruo no me deja. ¡Veeeen!
- Desde luego… Pero, ¿quién te ha metido esa idea en la cabeza? Los monstruos no están en el váter…
- ¿No? ¿Y dónde están?
- Pues en metidos en los armarios, debajo de la cama, comiendo galletas, en el lago Ness…
- ¡¡Pues yo he visto uno en el váter!!
- Pues habrá tenido una necesidad. Anda ve y dile que cuando termine le dé al “Brise soplo”.
- ¡Que no! ¡Que no voy! ¡Que me da miedo! Ven tú conmigoooo…
-
Hay que ver que no me dejas tranquila ni un momento… Bueno, venga, voy contigo… A ver qué pasa y cómo es el monstruo.
- Yo lo sé, yo sé cómo es. Es rojo y tiene unos colmillos muy afilados, muy afilados y me mira con una cara que me da miedo.
-
¡Uy, uy, uy! Pero, ¿qué me dices? ¡Qué malo, ¿no?! Me voy a asomar, me voy a asomar…
Y la madre se asomó y se encontró con esto:

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