sábado, 30 de junio de 2012

Mamá, mamá, quiero un helado

Mamá, mamá, quiero un helado


- Mamá, mamá, quiero un helado.

- ¿De qué sabor?

- Me da igual, me gustan todos.

- Pues toma este.

- Mmmmm… Qué rico.

- ¿Te gusta?

- Sí. Mucho.

- Es de turrón.

- ¿De turrón?

- Sí.

- ¿Cómo que de turrón? ¡A mí no me gustan los helados de turrón!

- ¿No decías que estaba muy rico?

- Pero es de turrón.

- Pues dámelo, a mí sí me gusta.

- No, no. Es mi helado.

- Pero…

- Pero nada… Es mi helado.

- Bueno…

- …

- …

- Mi helado…

- Vale, muy bien.

- ¿No lo quieres?

- Hombre, si no me lo quieres dar, no voy a forzarte.

- Vale. Es de turrón.

- Ya.

- Y es mi helado.

- Bien.

- … Toma, te lo devuelvo. No lo quiero. No me gusta.

- Has hecho bien.

- Sí.

- Está bueno.

- Estaba bueno, sí.

- ¿Lo quieres?

- No.

- ¿Ni un poco?

- No.

- …

- Bueno, devuélvemelo.

- Venga, toma.

- Es de turrón.

- Ya.

- Está rico. Pero es de turrón. Y no me gustan los helados de turrón.

- Pues nada. No te lo comas.

- Jo… Toma.

- Ya me lo termino yo.

- Mejor.

- Mmmm…

- … mi helado…

- Era de turrón. Y dices que no te gustan.

- Pero estaba bueno, no sé…

- Pues ya me lo he comido.

- Sí… ¿Y no tienes otro?

- No.

- ¿No?

- No. No tengo más.

- Vale… Pero yo quería un helado… y… y al final…

- ¿Qué pasa?

- Al final te lo has comido tú… Y yo quería un helado.

- ¡Pero si me lo diste!

- Sí… Bueno…

- Pues no tengo más.

- Ya… Pues nada.

- Puedo ir a comprar alguno si quieres.

- Sí, pero seguro que lo traes de turrón.

- De turrón no, de otro sabor.

- ¿Sí? ¿Me lo dices en serio?

- Sí. Si el turrón no te gusta… Para terminar comiéndomelo yo…

- Yo podría comérmelo también.

- No lo voy a comprar de turrón.

- Vale, de otro sabor.

- Ya voy después.

- Vale.

- …

- Quiero un helado.

- Vale…

- Que no sea de turrón.

- Ya lo sé.

- De turrón no.

- ¡Que ya lo sé! ¡Pero deja de decirlo!

- Vale.

- ¿De qué sabor lo quieres?

- De chocolate mismo. O de fresa. De nata… ¡De vainilla, de vainilla!

- Vainilla.

- Sí. Pero no me lo traigas de turrón.

- Al final no iré a por el helado.

- Vale, vale, lo siento. De vainilla.

- De vainilla.

- Sí. De vainilla.

- Ya… Pues voy a bajar.

- Vale.

- Y si no hay de vainilla te lo traigo de cualquier otra cosa, ¿no? Yo creo que al final me voy a comprar uno también, uno de turrón.

- A mí el turrón no me gusta.

- ¿Acaso quieres que no baje a por ellos?

- ¡¿Qué?!

- ¡Qué pesada eres!

- ¡¿Cómo?!

- Es que no hay quien te aguante…

- Bueno, pues no quiero helado. Ya está.

- Buf… Si te lo iba a traer de vainilla.

- Pues no lo quiero. Ni de vainilla ni de turrón. No quiero. Todos para ti.

Y se fue refunfuñando hacia su cuarto.

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