Viajar en elFerry
No me parece que sea divertido pero si viajas por primera vez te
entretienes durante el viaje explorando el ferry, ya sea que salgas a
cubierta y sientas la brisa del mar, hagas recorridos por los pasillos,
el restaurant o el bar o simplemente te quedas en los salones o
camarotes dependiendo lo que cubra tu boleto. A mi personalmente el
viaje me parece muy cansado e incómodo y
más cuando ya has viajado varias veces y la novedad desaparece, puesto
que la gente se duerme donde le da la gana, puedes encontrarte gente
tirada hasta en el suelo o en los sillones del bar. Pero si nunca has
viajado en ferry yo si recomiendo la experiencia. No mencionas desde
donde viajas, porque desde Gran Canaria el viaje es mucho mas largo que
desde Lanzarote que fue de donde yo viajé y el trayecto duró como 2
horas treinta minutos por lo tanto tienes más posibilidades de
aburrirte.
En conclusión, lo recomiendo para experimentar pero para próximas visitas a Fuerteventura es mejor en avión.
Y encima, a nosotros los animalitos, nos dejan dentro del coche, con
unos tres deditos abiertos los cristales, para poder respirar y encima
en una jaula muy estrechita, para los cuatro, quiero decir para Alvina,
los polluelos y yo, la comida caída en el suelo de jaula etc.
Aparte del ferry, tenemos que ir en coche hasta Corralejo, más de 100
km y viaje pesadísimo, pero seguro que lo pasaremos muy bien en la
playa y piscinas.
Llegamos al medi0dia a Corralejo, los niños contentos, al llegar al
pueblo, nos desviamos, porque la casita de veranero está en el Cotillo,
famoso por sus aguas cristalinas.
Al llegar al Cotillo, la abuelita y Pepito, que iban acompañados de
su hermanita Pili y sus padres, los cuales los veía siempre en el
verano, bajaron todo del coche y fueron colocando las cosas, dentro de
la casita de verano y nosotros en un rincón del coche en una jaula
incomodísima.
Había pasado más de dos horas, cuando la abuelita, agarra la jaula y
nos mete dentro de un jaulón inmenso, era una antiguo gallinero, el cual
habían adaptado, para nosotros, con una tela metálica estrechita, para
que nadie pudiese entrar, y nos molestase. Había comida por todos los
lados, varios balancines un gran bebedero de agua, parecía un piscina,
algo alucinante de lujo, lujo.
Me acordé de Pinzón, que había quedado en Ingenio en su pino, ya lo estamos extrañando.
De repente entre unos cartuchos, que había traído la abuelita, vimos
moverse algo y sorpresa era Quesito y su sobrino Toby, nos pusimos muy
contentos y nos dijo que un despiste se metieron en el coche y ¡voila!.
Nos reímos un buen rato y buscó un agujerito o madriguera donde descansar y la encontró dentro del super-jaulón.
Pues nada a divertirnos, pues teníamos un buen olivo dentro del
jaulón y nos serviría de sombra al fuerte calor que nos esperaba.
Alvina llamó a los niños, para que se pusiesen un gorrito en la
cabeza, para que soportarse mejor el calor y los obligó a meterse,
dentro del enorme bebedero, y que rica estaba el agua, que divertimento,
estábamos en la gloria.
Y ve que se acerca un pájaro pequeño, pero altas zancas y Canario se
acercó y le preguntó quien eres. Este le respondió que se lama «PISPO», y
soy pájaro-moro muy abundante en Fuerteventura.
Alvina lo mira y le dice eres muy guapo PISPO, con ese bello
plumaje y un pico de granívoro entre amarillo intenso y un rojo coral,
el píleo eres pardo y el obispillo lo tienes de tonalidad rosácea como
el resto de tu plumaje.
Pues ya sabes PISPO, puedes relajarte el tiempo que quieras y comer,
beber y descansar el tiempo que quieras. Cuando termine el verano, esto
puedes continuar si así lo deseas.
Los peques ajenos al nuevo personaje, se lo pasaba pipa, saltando al
agua, volando con algún que otro esfuerzo a lo alto del olivo,
subiéndose a los balancines, remándose y desde lo alto al bebedero, casi
piscina.
El viaje, fue un poco pesado, pero lo de ahora te hace olvidar todo
lo anterior, y todos gritaban, cantaba YUPI, YUPI, que CHULI.
Colorín colorado, hay dejaremos que disfrute sus vaciones
Armando Torres Fuentes
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