por Ireninach
- Mamá, mamá, ¿puedo meter los dedos en el enchufe?
- Anda niña, cállate.
- Pero hazme caso, ¿no puedo meter los dedos en el enchufe?
– ¿Y para qué quieres hacer eso?
- No sé… Para ver qué pasa.
- Tú estás tonta…
- No entiendo por qué no me dejas…
- …
- ¡¡Nunca me haces caso!!
- …
- ¡Me da igual lo que pienses! (mirando el enchufe) ¡Yo los voy a meter!
- A ver, a ver… (viendo que la niña acerca los dedos) Si lo vas a hacer, hazlo bien.
- ¿Bien? ¿Bien cómo?
Y la madre abrió un cajón y sacó lo siguiente:
por Ireninach
- Mamá, mamá, ¿puedo meter los dedos en el enchufe?
- Anda niña, cállate.
- Pero hazme caso, ¿no puedo meter los dedos en el enchufe?
– ¿Y para qué quieres hacer eso?
- No sé… Para ver qué pasa.
- Tú estás tonta…
- No entiendo por qué no me dejas…
- …
- ¡¡Nunca me haces caso!!
- …
- ¡Me da igual lo que pienses! (mirando el enchufe) ¡Yo los voy a meter!
- A ver, a ver… (viendo que la niña acerca los dedos) Si lo vas a hacer, hazlo bien.
- ¿Bien? ¿Bien cómo?
Y la madre abrió un cajón y sacó lo siguiente:
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