Cuentos infantiles de animales: El pájaro carpintero
Parecían martillazos, intrigadas salieron a
curiosear. vaya sorpresa, observaron a una pequeña ave, desconocida
hasta entonces, la cual parada sobre el tronco de un árbol, martillaba
con su pico insistentemente, el loro decidió acercársele y le pregunto:
-¿Hola pequeño amigo que estas haciendo?.
Deteniendo por unos momentos su labor, el ave trabajadora le respondio:
-¡Estoy construyendo un nido para mi familia amigo!.
El loro continuo la conversación:
-¡Es muy extraño lo que haces,nosotros construimos los nidos sobre las ramas de los arboles!.
Soltando la risa, el ave trabajadora respondio:
-¡Vaya error amigo, es por eso que se mojan cuando
llueve y me imagino que también pasan mucho frío en las noches, amen del
peligro que corren ya que estan expuestos a que alguna fiera del bosque
les haga daño mientras duermen, yo en cambio duermo muy protegido en
este nido y mis polluelos no pasan frío y no se mojan, comprendes las
ventajas que tienen estos nidos!.
Sorprendido por aquellas palabras, el loro le propuso un trato:
-¡Caramba amigo reconozco que tienes mucha razón, te
propongo un trato, si me construyes un nido como el tuyo, estoy
dispuestoa pagar lo que me pidas!.
El ave trabajadora aceptó el trato y le respondió:
-¡Esta bien amigo loro, prometo entregarte este nido
dentro de tres meses, para cuando comience el verano, mientras tanto
deberas traerle comida a mi mujer y a mi hijo por el tiempo que yo este
ausente lejos de casa trabajando!.
Contento el loro acepto las condiciones y la pequeña
ave continuo trabajando. Ansiosas las demás aves del bosque esperaban el
regreso del loro, cuando este por fin llegó, la guacamaya se le acercó y
le preguntó:
-¿Oye primo que fue lo que hablaste con esa extraña ave?.
El loro respondió en voz alta para que los demás escucharan:
-¡No se preocupen, es un ave amiga y muy trabajadora,
esta construyendo un nido para su familia y lleque a un trato con él,
prometió entregarme ese nido dentro de tres meses y a cambio me
comprometí a alimentarle a su familia por el tiempo que este ausente
trabajando en el bosque!. La guacamaya exclamó:
-¡Es un trato justo, veré si puedo hablar con él.
Pasaron unos días y ya la extraña ave habia terminado de construir el
nido y se encontraba cómodamente instalada con su pareja, en ese momento
llegó hasta ellos la guacamaya y les preguntó:
-¿Buenas tardes como estan por aquí, quisiera poder hablar con usted amigo, cuanto me cobra por construirme un nido como este?.
Saliendo por unos momentos del nido, la pequeña ave le respondió:
-¡Eso depende del tipo de nido y del árbol en que lo
quieras amigo, mientras más duro sea el árbol, más caro te costará el
nido!.
La guacamaya se quedo pensando por unos momentos, entonces la pequeña ave le dijo:
-¡Bueno hagamos una cosa, en vista de que he notado
que eres una buena ave y has venido en son de paz a mi casa, prometo
construirte un nido, si a cambio te comprometes a venir todas las tardes
a entretener con tu canto a mi hijo mientras yo este ausente!.
Complacida la guacamaya acepto el trato y regresando
al bosque les contó a las demás aves lo sucedido. Transcurrieron los
meses y la pareja de extrañas aves tuvieron su cría, el loro les traia
comida todos los días y en las tardes la guacamaya los entretenía con su
alegre canto.
Muy lejos de aquel lugar, la pequeña ave trabajadora
construia el nido para la guacamaya, pero el fuerte ruido atrajo hacia
el lugar a un enorme gavilán quien parandose sobre una rama preguntó:
-¿Se puede saber con que permiso el amigo esta construyendo un nido en este árbol?.
Soprendido por la pregunta, la pequeña ave trabajadora respondió:
-¡Bueno que yo sepa el bosque no tiene dueño y en todo caso el amigo debería preguntarle a la guacamaya quien me contrato!.
Al escuchar aquella respuesta el fiero gavilán exclamó:
-¡Miren pues asi que a usted lo contrato la guacamya,
que raro ella no me informó nada al respecto, bueno ya arreglaremos
cuentas en su momento!.
El enorme gavilán continuó su vuelo vigilando el bosque mientras la pequeña ave continuo con su trabajo. A los pocos minutos llegó a su lado el tucán y le dijo:
-¡Escuche buen amigo tenga mucho cuidado con ese gavilán, es muy peligroso y de paso se cree el dueño del bosque!.
Al escuchar aquellas palabras de advertencia, la
pequeña ave trabajadora tuvo más precaución y de vez en cuando quitaba
los ojos del palo para mirar el cielo.
Transcurrido un mes termino de construir el nido y
buscando a la guacamaya le hizo entrega de la nueva casa muy contenta
esta le dió las gracias y dió por concluido el trato. Entonces la
pequeña ave trabajadora regresó a su nido a dormir con su familia. Al
día siguiente el loro se presentó con la comida y la pequeña ave le
dijo:
-¡Escucha buen amigo, mañana salgo para el bosque a
construir otro nido ya que se acerca el verano y debo cumplir con el
trato que acordamos!.
Muy de mañana el ave trabajadora se marchó al bosque a
construir el nuevo nido y sucedió que mientras trabajaba se le acercó
el tucán con el cual habia conversado días atrás, este le preguntó:
-¿Oiga buen amigo cuanto me cobraría usted por
construirme un nido asó como ese para mi familia, ya que no tengo casa,
anoche el gavilán me destrozó la que tenía?.
La pequeña ave le respondió:
-¡Comprendo su angustia amigo y quisiera ayudarlo, le
propongo un trato, después que construya este nido, me mudaré para acá
con mi familia, entonces podría comenzar a construirle su nido, pero a
cambio usted se debe comprometer a alimentar a mi familia mientras yo este trabajando!.
Contento el tucán acepto el trato y voló al bosque a informar a su familia mientras la pequeña ave continuó con su trabajo.
Pasaron unas semanas y por fin estuvo listo el nido,
entonces la pequeña ave voló hasta el bosque en busca de su familia y ya
lista la mudanza le entregó el antiguo nido al loro, quien muy contento
aceptó la nueva casa.
Mientras la pequeña ave estuvo ausente, el enorme
gavilán trató de destruir el nido, pero el valiente tucán en compañía de
otras aves lo enfrentaron y lo hicieron retirar.
Al llegar la pequeña ave con su familia, fue
informada de la situación, esa noche todas las aves del bosque durmieron
cerca del nido para protegerlo del ataque del gavilán.
Al día siguiente las aves del bosque se reunieron en
asamblea y decidieron que la lechuza se encargara de la vigilancia
nocturna a cambio de comida y agua gratis todos los días.
En ese mismo momento también decidieron por
unanimidad darle un nombre a la pequeña ave trabajadora, a partir de ese
instante la llamarían pajaro carpintero, el cual se
convirtió en el ave más querida y protegida del bosque, pues su trabajo y
habilidad para construir nidos era insuperable y muchas aves
contrataban sus servicios por lo que tenía trabajo todo el año.
FIN
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