Las Hormigas Aventureras
Tres hormigas amigas, Lala, Lola y Luli salieron del hormiguero para dar una vuelta por el campo porque era un hermoso día de sol.En su recorrido encontraron unas huellas muy grandes. Como les gustaba la aventura decidieron seguirlas para ver adonde se dirigían. Caminaron muchas horas pero el afán por encontrar al dueño de esas pisadas las hizo continuar sin descanso.
Las huellas las llevaron hasta un lugar donde había un objeto en forma de huevo de gallina pero gigante.
¿Sería un huevo ? No. Jamás habían visto algo semejante ¿Qué monstruo podría salir de allí? ¿Quién habría puesto semejante huevo?
Luli, que era muy fantasiosa y le gustaba mirar los noticieros dijo: -Esto no es un huevo. Es un OVNI-.
Lola, que era muy miedosa y jamás había visto algo parecido se puso a temblar como una hoja y gritaba: -¿Un OVNI? ¿Qué es un OVNI?-
Luli, haciendo gala de sus conocimientos explicaba: -Es un objeto volador no identificado. Puede ser la nave de un marciano, un extraterrestre, un ser de otro planeta-.
Lala, que siempre fue estudiosa y analizaba cada tema cuidadosamente exclamó mientras se acercaba a tocarlo:-¡Esto no es un OVNI, es un huevo!-.
Lola, que continuaba temblando gritaba: ¡No me importa si es un OVNI o es un huevo! ¡Yo me voy para el hormiguero!!Y me voy Ya!-
Lala recordó que su abuela le había contado que existían unos pájaros muy grandes que se llamaban ñandúes, pero nunca había visto ninguno y no quería irse porque era muy curiosa y no quería perder la oportunidad de ver como eran.
De repente, el huevo comenzó a temblar y las hormigas se escondieron asustadas detrás de un trébol.
Se rompió la cáscara y asomó la cabeza un pichón gigante. El pichón se puso de pié con dificultad. Tenía ojos muy grandes y un cogote muy largo. También tenía patas muy largas y hermosas plumas.
El pichón comenzó a llorar. Las lágrimas rodaban de sus enormes ojos tristes.
Lola siempre miedosa decía: -No te acerques que si nos pisa nos mata- Luli exclamó: -Hay que encontrar a la madre-
Lala, tomando la iniciativa, se acercó al pichón gigante y le dijo: -Buscaremos a tu mamá siguiendo sus pisadas-.
El pichón se alegró. Las tres hormigas treparon hasta su lomo emplumado y mirando las huellas le dijeron hacia adonde debía caminar.
Lala acariciándole las plumas con cariño le dijo -¡No. Esa no es tu mamá!- El pichón parecía estar muy triste.
Las hormigas comenzaron a inquietarse. Las huellas se dirigían hacia un monte.
Lola temblaba. -¡Nos vamos a perder!- gritaba.
Lala la hizo callar. -!Calláte de una buena vez!-.Tenemos que encontrar a la madre.
De pronto, en la orilla de una laguna vieron a la mamá ñandú.
-¡Allí está tu mamá!- gritaron las tres hormigas entusiasmadas.
El pichón se lanzó a la carrera y las hormigas tuvieron que sujetarse fuertemente de sus plumas para no caerse.
Cuando la mamá ñandú vió a su hijo se abrazó fuertemente llorando emocionada. El pichón sonreía. Estaban felices.
Entonces la mamá agradecida con Lala, Lola y Luli, las invitó a subir a su lomo emplumado y junto a su hijo las llevó de vuelta a su hormiguero.
La colonia de hormigas salió a recibirlas ya que habían notado su larga ausencia y estaban preocupadas.
Ellas contaron su aventura, conocieron a esos pájaros enormes llamados ñandúes y todos festejaron el encuentro.
Fin
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