En el planeta del principito había,
como en todos los planetas, hierbas buenas y hierbas malas. Por consiguiente,
de buenas semillas salían buenas hierbas y de las semillas malas, hierbas malas.
Pero las semillas son invisibles;
Cada uno de nosotros somos una tierra
del principito abrigamos buenos y malos sentimientos depende de nosotros cual
florezca y lo mas importante, que frutos
cosechemos pues todo lo que se siembra da frutos
"Es una cuestión de disciplina,
me decía más tarde el principito. Cuando por la mañana uno termina de
arreglarse, hay que hacer cuidadosamente la limpieza del planeta. Hay que
dedicarse regularmente a arrancar los baobabs, cuando se les distingue de los
rosales, a los cuales se parecen mucho cuando son pequeñitos. Es un trabajo muy
fastidioso pero muy fácil".
Date tiempo para perdonar, para
arrancar los malos sentimientos que abriga tu corazón al final tu planeta
lucirá flores hermosas y bien cultivadas.
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