viernes, 3 de mayo de 2013

El relinchar de los silencios

El relinchar de los silencios

Sólo hay dos cosas que admiro en esta vida.
Una es la nobleza aparente y la otra las mujeres.
El segundo punto creo que es demasiado compartido y consabido, asi que no me centraré en ese término.
A falta de alemanas o mozambiqueñas que pudieran impregnar con esencias esta noche, aquel que cabalga con el viento, que no halla resguardo en su propio resoplar y que carece de ganas de mecerse en la insinuante brisa que remolinan sus recuerdos, se queda con un detalle de esta noche.
Con una especie de talismán que me ha regalado un amigo de Lucho (Machupichu).
Que sabia de mi anterior amuleto al cuello de indio americano.
Esa mirada sincera y desprender de colgante, aludiendo al "Tú sabes que significa", no tiene precio.
Me hubiera encantado que en lugar de ser en el Z, hubiera sido en campo abierto y a lomos de un caballo.
Haberme girado sobre mi apalusa sin responder, pero sabiendo que le debia algo. Como asi ha de ser; un regalo por un regalo. Tan sencillo como de sentido común.
Ahora miro el cacharro en cuestión. Ignorante posiblemente de mí, lo veo como un sol negro, entristecido quizá por los abusos frecuentes hacia la madre tierra.
El agujero que sirve para colgar de un cordel al cuello, igual simboliza la suerte del fusilado; aún pletórico de tí, sabes que hallarás la muerte en un futuro amanecer...
Pero sólo es una interpretación.
Como cuando se me va bastante la cabeza y desearía estar en la cima de una montaña gritando "Soy Cabellos al viento ¿lo ves? soy tu amigo"
Escena memorable por otra parte.
Y allí por donde seguramente tarda más en desangrarse la tierra....

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