Los hámsters
O Dios mió hemos sido descubiertos,
rápido traed el rayo de la muerte...
Los hámsters son animales de vida corta, según su raza, vitalidad y cuidados, suelen vivir de año y medio a cinco años.
Es preferible ir a la tienda de animales a comprar un ejemplar al atardecer, ya que estarán más despiertos y activos. Una manera de diferenciar a un ejemplar sano, es su actividad, los ojos brillantes y las orejas erguidas y atentas; el pelaje debe ser liso y reluciente, la cola la debe llevar levantada, seca y limpia, ya que una cola sucia o húmeda es señal de que tiene diarrea. En este caso no se debe comprar ningún animal de la misma jaula, ya que podría también estar infectado. Cuando hay diarrea existe la sospecha de enfermedad contagiosa bacteriana o vírica.
Otra característica de enfermedad es que tenga los ojos pegados, el pelo erizado al estar acurrucado con la espalda encorvado. También que esté demasiado gordo o demasiado delgado.
Hay que tener en cuenta que los hámsters pueden transmitir enfermedades al hombre, como meningitis.
EL HABITACULOExisten jaulas para hámsters de varios tamaños y modelos, aunque no se debe elegir una demasiado pequeña, ya que estos animalitos desarrollan mucha actividad y no basta una jaula que solo tenga la rueda de ejercicios.
Las dimensiones mínimas de una jaula adecuada son 40x30x30 cm. Se debe prestar especial atención en que los barrotes de la jaula sean horizontales, no verticales, ya que de esta forma no podría encaramarse y trepar.
Un solo hámster podría alojarse también en un acuario, ya que tiene varias ventajas frente a las jaulas convencionales. No se cae nada hacia fuera, como restos de comida y otros desechos. Si el acuario tiene suficiente altura se puede disponer una capa de fondo más gruesa, en la que el hámster le gustará enterrarse. Si se coloca un cuenco en un rincón para que haga sus necesidades, y lo acepta, será posible poner en el acuario una mezcla de tierra y barro que no se tendrá que cambiar durante cierto tiempo.
Otra ventaja es que el hámster no se puede escapar de un acuario de 40 cm. de altura, de modo que no haría falta cubrirlo, pero si se colocan estructuras a diferentes alturas para que pueda encaramarse, es aconsejable disponer de una tapa de barrotes o de tela metálica, así el animalito la podría utilizar para colgarse de ella.
Otra ventaja de utilizar el acuario, es que protege al animal de las corrientes de aire a las que podría verse expuesto en una jaula convencional.
Si se le añade fruta y verdura a la dieta del hámster, no necesitaría beber.
Lo más indicado como bebedero son las botellas de plástico que cuelgan por el exterior de la jaula y poseen un tubo doblado que presenta una bolita de acero en el orificio de salida que impide que se escape el agua.
No se recomiendan los cuencos sencillos, ya que podrían volcarse sobre el relleno y la comida y puede originar la formación de mohos y putrefacción.
La casa nido ha de ser de madera de pino, apropiada para roerla. Es necesario tener en cuenta que las casitas de contrachapado y conglomerado contienen colas, formaldehído y otras sustancias tóxicas, también las de plástico son perjudiciales.
Lo más importante de la casa nido es que durante el día proteja a hámster de la luz y las molestias.
Generalmente, el hámster mantiene limpia la cama, por lo que solo sería necesario limpiarla una vez al mes, a diario el rincón que escoja como "retrete" y una vez a la semana el resto de la jaula.
Para fabricar su nido, este animalito suele usar toda clase de materiales. El algodón para hámsters que se vende en las tiendas, no es muy apropiado ya que suele enredarse en las patas. Esto suele pasar también con las hebras de lana, bramante o cordel de pita. El mejor material es el heno, papel doméstico, pañuelos de celulosa, papel no impreso, o también ramitas frescas de frutales, sauce, chopo tilo, haya o roble, que el hámster deshará con sus dientes convirtiéndolas en fibras, con esto también se conseguirá que mantenga la higiene de sus dientes además del aporte de minerales y vitaminas que ofrezcan dichas ramitas.
Los hámsteres (subfamilia Cricetinae) son grandes roedores de la superfamilia de los múridos. Se han identificado 18 especies actuales distintas, agrupadas en siete géneros. La mayoría son originarias de Oriente medio y el sureste de Estados Unidos. Al ser muy fáciles de criar en cautividad, son ampliamente usados como alimento y animales de laboratorio. Todas las especies se caracterizan por las bolsas expansibles, llamadas abazones, ubicadas en el interior de la boca y que van desde las mejillas hasta los hombros.
Hámsteres como mascotas [editar]
Los hámsteres son animales nocturnos por naturaleza, lo que los convierte en malas mascotas para niños pequeños, en el sentido de que los períodos de actividad de unos y otros no coinciden. Mucha gente los prefiere a las ratas como animal doméstico, principalmente por la mala imagen y reputación de estas últimas. Al contrario que las ratas, los hámsteres no son especialmente buenos aprendiendo trucos, pero puede ser entretenido jugar con ellos y observarles. También son mucho más pequeños que los Conejillos de indias, aunque igual de sociables, y por tanto son una buena solución para hogares con limitaciones de espacio.
El hámster dorado es con diferencia el más popular como mascota.
Los hámsteres pueden tenerse en casa alojados en jaulas y terrarios, ambos adquiribles en tiendas de animales.
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