Le pregunta la profesora a Pepito:
¿Con qué mató David a Goliat?
Con una moto.
¿Seguro Pepito?, recapacita, ¿seguro que no fue con una honda?
¡Ah! ¿había que decir también la marca?
Una vez un chico que fue a comprar cigarillos y le dice al quiosquero:
Señor, ¿Tiene cigarrillos de colores?
No nene, no tengo.
Al día siguiente vuelve el chico y le pregunta al quiosquero:
Señor, ¿Tiene cigarrillos de colores?
No nene, ya te dije que no tengo, dijo el quiosquero con nerviosismo.
Esa misma noche el quiosquero agarró un paquete de cigarrillos de cada marca, y los pintó a todos de diferentes colores.
Al otro día el chico vuelve al quiosco y le pregunta al quiosquero:
Señor, señor, ¿Tiene cigarrillos de colores?
Y el quiosquero contesta orgulloso:
Sí, ¿Qué color queres?
¡Blanco!
Había un niño que jugando a la pelota se le salió un diente, y le preguntó a su madre:
Mamá mamá se me salió un diente, ¿Qué hago?
Y en esto la madre le contesta:
Déjalo debajo de tu almohada y el ratoncito de los dientes te dará algo.
El niño eso hizo, y el día siguiente su mamá le preguntó:
¿Y qué te trajo el ratoncito?
Y el niño le responde:
Nada, me dejó un papelito que decía, "sigue participando".
Mamá, mamá, ¿Es cierto que descendemos de lo monos?
No lo sé cariño, tu padre nunca me ha presentado a su familia.
Llega el niño a la casa y le dice a la mamá:
Mami tengo una noticia buena y otra mala.
Dime la buena, dice la mamá.
Me saqué un diez en matemática.
¿Y la mala?
Que es mentira.
En el colegio:
-Señorita profesora, ¿verdad que no se debe castigar a un niño por una cosa que no haya hecho?
-No, claro que no.
-Estupendo, no he hecho los deberes.
Una vez Miguelito estaba en la escuela y el profesor le dice:
Miguelito, dime el nombre de un descubridor.
Miguelito contesta:
Usted profesor.
¿Por qué yo?, pregunta el profesor.
Porque cada vez que usted pregunta algo, descubre que no sabemos nada.
El niño que llega a la casa,
Mamá, mamá, en el colegio me dicen distraído.
Y la señora le contesta:
Niño, tu vives en la casa del frente
Llega un niño y le pregunta a su mamá:
Mamá, ¿Cómo nacen los bebes?
A lo que la mamá le contesta:
Mira hijito, primero sale la cabeza, después salen los brazos, después sale el cuerpecito y al final los pies.
Y el niño responde:
¡Ahhh! ¿Y luego lo arman?
Papá, papá, ¿Por qué en la escuela me dicen peludo?
Cariño , el perro me está hablando!
Desde que se enteró que su mamá iba a tener un hijo, un niño todos los días le decía a su maestra que iba tener un hermanito o una hermanita.
Un día su mamá le dijo al niño que se acercara para poder sentir que el bebe se movía dentro de su estómago, y el niño se sorprendió muchísimo, y desde ese día no paró de comentar a su maestra lo de su hermanita o hermanito.
Un día la maestra le pregunta al niño:
¿Y qué pasó con tu hermanito que esperaban en tu casa?
Y el niño se puso a llorar y le confesó:
¡Creo que mi mamá se lo comió!
Estaba una señora con su hijito de cinco años en la boda de su sobrina cuando el niño levanta la cabeza y le pregunta:
Mami, mami, ¿Por qué la novia esta vestida toda de blanco?
A lo que la mamá le contesta:
Hijo, lo que pasa es que este es el día más feliz de su vida.
Entonces, el niño se queda pensativo por un momento y le pregunta:
¿Entonces, por qué el novio está vestido de negro?
Estaba una maestra jugando con sus pequeños alumnos en una guardería, cuando les interroga:
A ver niños, ¿quién es más inteligente, los animales o los seres humanos?
Al fondo del salón, una pequeñita levanta la mano emocionadisíma porque conocía la respuesta.
Dime Lupita, ¿quién es más inteligente?
Lupita contesta con toda certeza:
¡Los animales maestra!
La maestra, desconcertada por esa respuesta le cuestiona enfadada:
¿Por qué dices que los animales son más inteligentes que los seres humanos?
La pequeña le explica:
Porque cuando le hablo a mi perrito, sí me entiende, pero cuando él me habla a mí, yo no puedo entenderle.
Una señora le pregunta a un niño:
Oye niño, ¿cómo te llamas?
A lo que éste le contesta:
Huyyyy señora, ya ni sé.
Pero, ¿por qué me dices eso niño?, dice la señora.
Y le dice:
Pues verá, en mi casa mi papá me dice Francisco, mi mamá Pancho, mis hermanos Paco, y mis tíos Kiko, y cuando estornudo todos me dicen, ¡Jesús!, Así que ya ni sé ni como me llamo.
Un sobrino, le pregunta a su tía:
¿Dónde está el pajarito, tía?
Yo no tengo mascotas, Pepito.
¡Pues papá me dijo que íbamos a ver a la cotorra de la tía!
Un niño a su padre:
-¿Papá, te gusta la fruta asada?
-Sí hijo me gusta mucho.
-Pues estás de suerte, porque el huerto esta ardiendo.
Un niño le dice a su papá:
Papito, papito, mi hermanita ha encendido la computadora.
El papá le responde:
Déjala hijito, que tu hermanita juegue un ratito.
El niño le respode:
Está bien papá, pero como el fuego llegue a tu cuarto, es tu problema.
Estaba Juanito viendo la tele cuando su mamá le grita:
¡Juanito¡ ¿Quién tomó del refrigerador el pastel que iba a compartir en la tarde con las señoras?
Juanito dice:
Yo mamá, se lo di a un niño que estaba hambriento.
La mamá le dice:
Ay que lindo, ¿Y quién era ese niño hijito?
Juanito dice:
¡Yo mamá!
Un hombre va a un bar, y dice con voz seria y enfadado:
Deme una cerveza, o sino...
Y el camarero asustado le interrumpe:
Vale, vale, aquí la tiene.
Después llega un niño pequeño y le dice:
¿Me puede poner una coca cola?
¡No!, responde el camarero.
Al día siguiente llega otra vez el hombre del día anterior y le vuelve a decir:
Deme una cerveza, o sino...
Y el camarero le vuelve a decir asustado:
Vale, vale, aquí la tiene.
Después vuelve a llegar el mismo niño del día anterior, y no le da la coca cola, cuando la pide.
Al otro día, vuelve a llegar el hombre, y le repite lo mismo, el camarero asustado se la pone corriendo. Después llega el niño, y le dice con una voz suave y un poco trémula:
Deme una coca cola o sino...
El camarero le interrumpe, y dice:
O sino, ¿Qué?
Y el niño asustado le dice:
O sino una Pepsi.
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