sábado, 10 de noviembre de 2007

FEO, FEO, FEO

FEO,FEO, FEO




- Yo era tan feo que, cuando nací, el médico preguntó donde estaba la cámara oculta.

- Era tan feo que, cuando nací, el doctor me tiró al aire y dijo:
"si vuela es murciélago", y luego me tiró en el agua y dijo:
"si nada, es cocodrilo".

- Era tan feo que cuando nací, el doctor me dio la cachetada en la cara. Luego fue a la sala de espera y le dijo a mi padre : "Hicimos lo que pudimos... pero nació vivo", y en lugar de felicitar a mi padre, lo golpeó.

- Era tan feo, que cuando nací me metieron en una incubadora... con vidrios polarizados.

- Era tan feo, que cuando nací no lloré yo ¡lloró el doctor, mi papá y mi mamá!

- Era tan feo que la primera vez que fuí de campamento los coyotes prendieron fogatas para que no me acercara.

- Nací tan feo que cuando era niño, por las noches, mi "angelito de la guarda" dormía en la habitación de al lado.

- Era tan feo que mi padre llevaba en su billetera la foto del niño que venía cuando la compró.

- Una vez me perdí, y le pregunté al policía si creía que íbamos a encontrar a mis padres; me contestó: "No lo sé; hay un montón de lugares donde se pudieron haber escondido".

- Era tan feo, que me dolía la cara. Cuando fui al zoológico los monos me tiraban galletitas.

- Era tan feo que los ratones me comieron el documento y dejaron la foto.

- Tuve que trabajar desde chico. Trabajé en una veterinaria y la gente no paraba de preguntarme cuánto costaba yo. Un día llamó una chica a mi casa diciéndome: "Ven a mi casa que no hay nadie". Cuando llegué no había nadie.

- Era tan feo que el psiquiatra me hacía acostar boca abajo.

- Era tan feo, pero tan feo, que cuando mandé mi foto por e-mail, el antivirus la detectó.

- Era tan feo que me echaban del tren fantasma porque "asustaba demasiado".

- Era tan feo que cuando me miraba en el espejo, el reflejo se tapaba los ojos !!

- Era tan feo que tiré un boomerang y éste no regresó nunca mas.

- Era tan feo que cuando iba al banco, apagaban las cámaras de seguridad.

- Era tan feo que cuando fui a la casa de los espantos... regresé con una solicitud de empleo.

- Sí, amigos, yo era tan feo, tan feo, que una vez me atropelló un coche... y quedé mejor. Y ahora soy, apenas... feo.

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