sábado, 24 de noviembre de 2007

LA CIGARRA Y LA HORMIGA


La Cigarra y La Hormiga

Que feliz era la cigarra en verano! El sol brillaba, las flores desprendían su aroma embriagador y la cigarra cantaba y cantaba. El futuro no le preocupaba lo más minimo: el cielo era tan azul sobre su cabeza y sus canciones tan alegres... Pero el verano no es eterno.Una triste mañana, la señora cigarra fue despertada por un frio intenso; las hojas de los árboles se habían puesto amarillas, una lluvia helada caía del cielo gris y la bruma le entumecía las patas.¿Que vá a ser de mí? Este invierno cruel durará mucho tiempo y moriré de hambre y frio, se decía.¿Por que no pedirle ayuda a mi vecina la hormiga?.Y luego pensó:¿Acaso tuve tiempo durante el verano de almacenar provisiones y construirme un refugio? Claro que no, tenía que cantar. Pero mi canto no me alimentará.Y con el corazón latiéndole a toda velocidad, llamó a la puerta de la hormiga.¿Que quieres? preguntó ésta cuando vio a la cigarra ante su puerta.El Campo estaba cubierto por un espeso manto de nieve y la cigarra comtemplaba con envidia el confortable hogar de su vecina; sacudiendo con dolor la nieve que helaba su pobre cuerpo, dijo lastimosamente:Tengo hambre y estoy aterida de frío.La hormiga respondió maliciosamente:¿Que me cuentas? ¿Que hacias durante el verano cuando se encuentran alimentos por todas partes y es posible construir una casa?Cantaba y cantaba todo el día, respondió la cigarra.¿Y qué? interrogó la hormiga.Pues ... nada, murmuró la cigarra.¿Cantabas? Pues, ¿por que no bailas ahora?Y con esta dura respuesta, la hormiga cerró la puerta, negando a la desdichada cigarra su refugio de calor y bienestar.

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