domingo, 11 de julio de 2010

Gaita

Gaita

Las primeras noticias de la gaita proceden del siglo VIII a.C., y se localizan en el norte de la India. Consistía en un odre y dos tubos de lengüeta, y su uso estaba reservado a los encantadores de serpientes. En Roma evolucionó al adquirir más sonoridad y al ampliarse el tamaño del odre o bolsa; fue conocida como tibia utricularis.

Gaitas medievales: Usada en la milicia durante el declive del Imperio romano para enardecer a los soldados con su penetrante sonoridad, estuvo a punto de extinguirse en los albores de la Edad Media, cuando fue recuperada y transformada hacia el siglo IX por los pueblos nórdicos, sobre todo los afincados en las zonas costera del Atlántico. Aquella gaita medieval carecía de bordón, elemento que le fue incorporado en el último tercio del siglo XIII; sin embargo, ambos tipos de gaita coexistieron durante algún tiempo.
Un segundo bordón o roncador fue implantado en el siglo XIV, momento en que la gaita empezó a participar en la música artística y de danza, tal fue su contenido durante el Renacimiento, que estableció en algunos modelos el acoplamiento de un fuelle sustitutivo de la insuflación del gaitero.
Su escasa evolución con respecto a los otro especimenes de viento hizo de la gaita un instrumento popular y de carácter pastoril, propio de músicos ambulantes, de ahí que su participación en el folclore sea de suma relevancia.

Elementos de la gaita:

Bolsa u odre: Se sostiene bajo el brazo izquierdo y se hincha por medio de un tubo a través del cual se sopla. Este tubo dispone de una pequeña válvula que lo cierra en el momento en que el brazo presiona la bolsa, impidiendo así que el aire vuelva a salir. El aire contenido en la bolsa sirve, pues, para alimentar los tubos sonoros, cuyo fluido hace posible que se pueda toca sin interrupción.

Monturas: Son unos alvéolos de madera en los que se acomodan los tubos; su función consiste en proteger las lengüetas que están en su interior. Tanto la bolsa como las monturas aparecen cubiertos por una funda de tela.

Tubos sonoros: Existen dos tipos de tubos sonoros: el caramillo o tubo melódico, llamado popularmente puntero, y el bordón o roncón. El tubo melódico puede ser de caña, madera, hueso o metal. Lleva siete agujeros anteriores y uno posterior para el pulgar.

Soplete: Dispone de una boquilla de hueso o marfil, hoy de plástico: Es aconsejable que tenga una medida de 32 cm de un extremo a otro.

Tipos de gaitas: En la actualidad, podemos encontrar diferentes tipos de gaitas desde la Alta Escocia hasta las islas griegas, o desde Galicia hasta Ucrania. También existen gaitas árabes e indias.

Gaita irlandesa

La gaita en irlanda adquirió una fisonomía propia: unos largos bordones, un prominente caramillo y una bolsa u odre considerablemente grande.

Fue a finales del siglo XVII, y en especial a principios del siguiente, cuando se definió el auténtico tipo de uillean pipe, un a compleja gaita cuyo odre se alimenta mediante un fuelle y presenta concomitancias con una gaita llamada soudeline.

Una sonoridad especial: Esta nueva uillean pipe ya contaba con un tubo melódico de sección cónica y doble lengüeta que tiene siete orificios superiores y uno inferior destinado al dedo pulgar. Dicho caramillo o puntero cuenta a su vez con cuatro llaves.

El número de bordones es de tres, y poseen una lengüeta sencilla y una sección cilíndrica. Ello ofrece como resultado una sonoridad muy característica, ya que combina el sonido de la familia de los oboes y de los clarinetes.

Es de señalar que el bordón más largo tiene un conducto exterior doblado en U, y contiene cuatro o cinco perforaciones con sus consiguientes cañas o lengüetas. Estos tubos o canales, que pueden cerrarse parcialmente según deseo del músico con el fin de crear acordes se denominan reguladores y ayudan sobremanera a potenciar el sonido de esta gaita, convertida en un auténtico emblema nacional y establecida en su mecánica y aspecto exterior por uno de los impulsores del ejemplar irlandés, Henry Starck, en la primera década del siglo XX.

Este aerófono, tocado comúnmente por grandes conjuntos de gaiteros al aire libre, también es pato para ser tañido en recintos cerrados gracias al dulce sonido que puede lograr con los citados reguladores. Suele estar delicadamente trabajado , con ornamentaciones en el fuelle y remates de marfil o hueso en los tubos y una tela con fleco confeccionada para recubrir el odre; posee una extensión de dos octavas cromáticas, es decir, dos octavas del piano contando las teclas blancas y las negras.

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