domingo, 21 de diciembre de 2008
Muerte en el microondas
La leyenda urbana que quiero compartir ocurrió en Cuzco. Me la contó mi mejor amigo y el tipo es digno de credibilidad. Le ocurrió a una vecina de la compañera de habitación que tuvo su su prima una vez que la operaron de apendicitis
La muchacha en cuestión estudiaba medicina y vivía una vida agitada repartida entre sus estudios y cuidar a la hermanita de 6 años. Un día se pegó la gran borrachera con sus amigos de clase y terminó acostándose con un tipo de su agrado.
Al día siguiente, entre las nubes de la resaca, la muchacha recordó de repente que su madre estaba a punto de regresar de su guardia en el hospital, donde trabajaba en el turno de noche hasta las 8 de la mañana, por lo cual la pobre apenas sí tuvo tiempo de despedirse del sujeto y volar a su casa para que cuando la madre llegara encontrara todo sin novedad, la casa ordenada, la nena desayunándose a tiempo, y ella lista para ir a clases.
El problema fue la ducha... Faltaban ya sólo unos minutos para que la madre regresara y la chica, que gozaba de una abundante cabellera, la tenía toda mojada. Para variar, el secador se había averiado...
No sé si se debió a los efectos tardíos del alcohol o al nerviosismo que le causaba la madre, muy histérica para estas cosas, el caso es que a la chica no se le ocurrió mejor manera de secar su cabello que meter su hermosa melena al microondas. Con un poco de esfuerzo lo consiguió y programó al máximo el aparato. En cuestión de minutos, se secó completamente el cabello justo cuando la madre entró saludando a todo el mundo sin darse cuenta de nada.
Cuando nuestra amiga llegó a la facultad, estaba medio demacrada, con cara de no haber dormido nada, y tambaleándose de un lado para otro. Demasiado incluso para la resaca que podía provocar botella y media de whisky con hielo
Mi amigo estaba presente. Me contó que apenas subió las escaleras para entrar al edificio, se desplomó como un saco de patatas. Estaba muerta...
Los doctores, al realizar la autopsia,no le encontraron nada malo en el cuerpo, ni enfermedad ni razón alguna para tal muerte súbita; y hubiese quedado así de no ser porque la hermanita le contó a mamá que antes de que ella llegara se había secado el pelo en el microondas. Los doctores, practicando entonces una autopsia craneal, encontraron su cerebro totalmente abrasado
El Chiguagua que adoptamos
Una familia que viaja alegremente a Méjico a pasar unas vacaciones pronto descubre que por las calles de Ciudad de Méjico hay muchos perros Chiguagua. Estos perros son originales de este país y muy abundantes, mientras que en el resto del mundo son muy apreciadas mascotas.(NOTA MENTAL: por alguna misteriosa razón que desconozco sobre todo son amados por las viejecitas y viudas)
El caso es que estos perros despiertan sentimientos bondadosos en las personas y parecen decir "Recógeme, recógeme". Para todos aquellos que no sepan cómo es un Chiguagua a la derecha podéis ver un ejemplar. Si a alguno de vosotros os da ganas de adoptarlo es posible parar estas cosas a tiempo con Psicoterapia. ¡Pero habéis visto qué perráncano más feo, coño!
Bueno, concretando: habíamos dejado a nuestros héroes disfrutando de un paseo por Ciudad de Méjico tal y como figura en este retrato que les hizo un pintor callejero:
El caso es que el hijo del matrimonio encontró un chiguagua abandonado en mitad de la calle que se mostró muy receptivo y cariñoso con la familia. Se dejaba acariciar, comía de la mano y pronto todos se encapricharon de tan fantástico animal.
Decidieron llevárselo a su casa a la vuelta de vacaciones y esconderlo unos días en el hotel antes de partir hacia su casa de nuevo.
Cuando la familia llegó a su hogar trataron al Chiguagua fenomenal. Le hicieron una caseta en el jardín y le llamaron "Pufi". Todo era perfecto para todos menos para el gato de la familia que aparte de sentirse desplazado con la llegada del nuevo miembro de la familia, tenía que velar de continuo por su seguridad personal. Es aproximadamente como ser palestino y que tus seis hermanas se echen novios israelíes. ¡Uff! ¡Qué tensión!
El caso es que un día en que la familia se fue de compras al Carrefour Centro Comercial más cercano y al volver se encontraron con una desagradable sorpresa: Pufi, su perro Chiguagua, había sometido a amputacíon traumática de la cabeza al gato familiar. Todos los esfuerzos por salvarle la vida al gato fueron inútiles, como cabía esperar por la magnitud de la herida.
Lo que más sorprendió a la famila fue que el gato había sido ejecutado de un zarpazo por lo que parecía más el hijo bastardo del Yeti que otra cosa.
La familia, de pronto, descubrió que a Pufi, su perro Chiguagua, le habían crecido las garras demasiado en los últimos días, el hocico se le había agrandado y la verdad es que se parecía más A UNA RATA QUE A OTRA COSA. Resultó que habían recogido a una rata de las calles de Ciudad de Méjico. Una rata gigante que había entrado en sus vidas y que había acabado con la vida de su gato. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
lunes, 8 de diciembre de 2008
¿Qué es una canica? ( BOLICHE)
Las mil canicas ( BOLICHES )
Las mil canicas
Entre más envejezco, más disfruto de las mañanas de sábado. Tal vez es la quieta soledad que viene con ser el primero en levantarse, o quizá el increíble gozo de no tener que ir al trabajo. De todas maneras, las primeras horas de un sábado son en extremos deleitosas.
Hace unas cuantas semanas, me dirigía hacia mi equipo de radioaficionado en el sótano con una humeante taza de café en una mano y el periódico en la otra. Lo que comenzó como una típica mañana de sábado se convirtió en una de esas lecciones que la vida parece darnos de vez en cuando. Déjenme contarles.
Sintonicé mi equipo de radio a la porción telefónica de mi banda para entrar en una red de intercambio de sábado en la mañana. Después de un rato, me topé con un compañero que sonaba un tanto mayor, con buena señal y voz. Pueden imaginarse al tipo, sonaba como si estuviese en el negocio de las comunicaciones. Él le estaba diciendo a quien estuviese conversando con él algo acerca de "unas mil canicas".
Quedé intrigado y me detuve para escuchar lo que tenía que decir. "Bueno, Tom, de veras que parece que estás ocupado con tu trabajo. Estoy seguro de que te pagan bien pero es una lástima que tengas que estar fuera de casa y lejos de tu familia tanto tiempo. Es difícil imaginar que un hombre joven tenga que trabajar sesenta o setenta horas a la semana para sobrevivir. Qué triste que te perdieras la presentación teatral de tu hija". Continuó: "Déjame decirte algo, Tom, algo que me ha ayudado a mantener una buena perspectiva sobre mis propias prioridades". Y entonces fue cuando comenzó a explicar su teoría sobre unas "mil canicas".
"Ves, me senté un día e hice algo de aritmética. La persona promedio vive unos setenta y cinco años. Yo sé, algunos viven más y otros menos, pero en promedio, la gente vive unos setenta y cinco años". "Entonces, multipliqué 75 por 52 y obtuve 3.900 que es el número de sábados que la persona promedio habrá de tener en toda su vida. Mantente conmigo, Tom, que voy a la parte importante".
"Me tomó hasta que casi tenía cincuenta y cinco años pensar todo esto en detalle", continuó, "y para ese entonces ya había vivido más de dos mil ochocientos sábados. Me puse a pensar que si llegaba a los setenta y cinco, sólo me quedarían unos mil más que disfrutar": "Así que fui a una tienda de juguetes y compré cada canica que tenían. Tuve que visitar tres tiendas para obtener 1.000 canicas. Las llevé a casa y las puse dentro de un gran envase plástico claro junto a mi equipo de radioaficionado. Cada sábado a partir de entonces, he tomado una canica y la he botado".
"Descubrí que al observar cómo disminuían las canicas, enfocaba más sobre las cosas verdaderamente importantes en la vida. No hay nada como ver cómo se te agota tu tiempo en la tierra para llevarte a ajustar tus prioridades".
"Ahora déjame decirte una última cosa antes que nos desconectemos y lleve a mi bella esposa a desayunar. Esta mañana, saqué la última canica del envase. Me di cuenta que si vivo hasta el próximo sábado, entonces me habrá sido dado un poquito de tiempo adicional. Y si hay algo que todos podemos usar es un poco más de tiempo".
"Me gustó conversar contigo, Tom, espero que puedas estar más tiempo con tu familia y espero volver a encontrarnos aquí en la banda, el hombre de 75 años, este es K9NZQ, cambio y fuera, ¡buen día!"
Uno pudiera haber oído un alfiler caer en la banda cuando este amigo se desconectó. Creo que nos dio a todos bastante sobre lo que pensar. Había planeado trabajar en la antena aquella mañana, y luego iba a reunirme con unos cuantos radioaficionados para preparar la nueva circular del club. En vez de aquello, subí las escaleras y desperté a mi esposa con un beso.
"Vamos, querida, te quiero llevar a ti y los muchachos a desayunar fuera".
"¿Qué mosca te picó?" Preguntó sonriendo. "Oh, nada; es que no hemos pasado un sábado juntos con los muchachos en mucho tiempo. Ah, ¿pudiésemos parar en la tienda de juguetes mientras estamos fuera? Necesito comprar algunas canicas".
esta historia la envió Maria
LA LIEBRE Y EL TIGRE
LA LIEBRE Y EL TIGRE...
Que gran decepción tenía el joven de esta historia, su amargura absoluta era por la forma tan inhumana en que se comportaban todas las personas, al parecer, ya a nadie le importaba nadie.
Un día dando un paseo por el monte, vio sorprendido que una pequeña liebre le llevaba comida a un enorme tigre malherido, el cual no podía valerse por sí mismo.
Le impresionó tanto al ver este hecho, que regresó al siguiente día para ver si el comportamiento de la liebre era casual o habitual. Con enorme sorpresa pudo comprobar que la escena se repetía: la liebre dejaba un buen trozo de carne cerca del tigre.
Pasaron los días y la escena se repitió de un modo idéntico, hasta que el tigre recuperó las fuerzas y pudo buscar la comida por su propia cuenta.
Admirado por la solidaridad y cooperación entre los animales, se dijo:
"No todo está perdido. Si los animales, que son inferiores a nosotros, son capaces de ayudarse de este modo, mucho más lo haremos las personas".
Y decidió hacer la experiencia: Se tiró al suelo, simulando que estaba herido, y se puso a esperar que pasara alguien y le ayudara.
Pasaron las horas, llegó la noche y nadie se acercó en su ayuda. Estuvo así durante todo el otro día, y ya se iba a levantar, mucho más decepcionado que cuando comenzamos a leer esta historia, con la convicción de que la humanidad no tenía el menor remedio, sintió dentro de sí todo el desespero del hambriento, la soledad del enfermo, la tristeza del abandono, su corazón estaba devastado, y casi no sentía deseo de levantarse.
Entonces allí, en ese instante, lo oyó...
¡Con qué claridad, qué hermoso!, una hermosa voz, muy dentro de él le dijo:
Si quieres encontrar a tus semejantes, si quieres sentir que todo ha valido la pena, si quieres seguir creyendo en la humanidad, para encontrar a tus semejantes como hermanos, deja de hacer de tigre y simplemente se la liebre".
lo envió Adriana Bello
EL GENIO
EL GENIO
En la India, había una familia muy pobre que carecía de todo y pasaban muchas necesidades, mientras que a su vecino no le faltaba de nada y vivía en una casa magnífica rodeada de un esplendoroso jardín. La mujer del hombre pobre era bastante envidiosa y se preguntaba de dónde habría sacado los bienes su vecino, así que decidió espiarle y un día vio que el vecino daba tres palmadas y al instante aparecía un genio que llevaba una enorme espada en la cintura; el vecino le dio todo tipo de órdenes sobre el mantenimiento, limpieza y abastecimiento de la casa y el genio las cumplió de inmediato. La mujer volvió corriendo donde estaba su marido y le contó lo que había visto. "Tienes que pedirle que nos preste el genio, así tendremos de todo como él y dejaremos de pasar penalidades", le dijo entusiasmada.
El marido era un poco reacio, pero ante la constante insistencia de la mujer accedió a ir a hablar con el vecino. Llamó a la puerta y su vecino le abrió: "Hola, vecino, vengo a pedirte un grandísimo favor. Mi mujer ha visto que tienes un genio que te ayuda a realizar todas las tareas de la casa y que te consigue todo lo que le pides, nosotros no tenemos nada y pasamos muchas penurias, me gustaría que me prestaras una temporada al genio para así poder dejar de ser tan pobres y conseguir tener algunos bienes" le dijo con gran vergüenza.
El vecino le miró compasivo y contestó: "De acuerdo, te prestaré a mi genio, pero te advierto que no es tan fácil como parece. Cuando se invoca a este genio hay que estarle mandando hacer cosas constantemente, porque si no se hace así, se enfadará y con la gran espada que lleva a la cintura te cortará la cabeza; te lo advierto de nuevo, no es tan fácil como parece estarle mandando cosas constantemente, así que ten mucho cuidado. Mira yo me marcho de viaje y tardaré un par de días en volver, te lo dejo ese tiempo. Lo único que tienes que hacer para invocar al genio es dar tres palmadas y él aparecerá ante tí".
El marido volvió corriendo con gran alegría hasta donde estaba su esposa: "Mira, me ha dejado la jarra que contiene el genio y está a nuestra disposición mientras nuestro vecino esté de viaje. ¡Lo he conseguido! Dejaremos de ser pobres, tendremos de todo y nada faltará a nuestros hijos. ¡Qué alegría!".
La mujer estaba muy impaciente por empezar a pedir cosas y le dijo que invocara al genio de inmediato. El marido dio tres palmadas y al instante el genio apareció ante ellos entre una nube de humo, era impresionante por su gran tamaño, sus lujosas ropas y por la enorme espada que portaba a la cintura: "Hola mi amo, dime qué deseas" dijo el genio.
Tanto el esposo como la mujer se pusieron muy contentos de tener a su disposición al genio y comenzaron a pedir de inmediato: "Quiero que nos construyas una mansión espléndida", dijo la mujer.
El genio chasqueó los dedos y al instante apareció ante ellos una mansión magnífica, muy grande y vistosa. Los esposos se quedaron maravillados ante la belleza y esplendor de la mansión y comenzaron a dar saltos de alegría. "Ahora llena la mansión de estupendos muebles", continuó el marido. El genio volvió a chasquear los dedos y la mansión se llenó de unos muebles muy lujosos. "Ahora queremos buenos ropajes para nosotros y para nuestros hijos", este deseo también se vio satisfecho al instante y así sucesivamente con todo lo que iban pidiendo, todos su deseos eran cumplidos de inmediato.
Cuando el matrimonio y sus hijos estuvieron vestidos con muy buenas ropas e instalados en al mansión se les ocurrió pedir los más ricos manjares que se pudieran concebir para así poder comer hasta saciarse, cosa que nunca habían hecho.
"Bueno, genio, ahora déjanos un rato mientras comemos esta espléndida comida que nos has traído", dijo el marido; pero el genio se le quedó mirando fijamente y le dijo: "Mi amo, ¿qué más deseas ahora?". Al ver que no le decían nada, ya que estaban comiendo con avidez, el genio puso cara de enfado y comenzó a desenvainar muy lentamente su espada. El marido se puso pálido y comenzó a balbucear: "Espera, espera, ahora quiero que me hagas un magnífico jardín"; el genio chasqueó los dedos y el jardín estuvo construido al instante. Así que apenas pudieron disfrutar de la estupenda comida ya que tenían que seguir ordenado cosas al genio. Le hicieron construir un estanque y un riachuelo en el jardín, luego un puentecito sobre el riachuelo, pronto se les acabaron las ideas sobre qué pedir al genio, así que este volvió a enfadarse y comenzó a desenvainar la espada. Entonces le mandaron que deshiciera algunas de las cosas que había construido y luego que las volviera a construir porque ya no sabían que más mandarle. "Quita el puente del riachuelo, deshaz el estanque, vuelve a hacerme otro estanque mejor, cambia los muebles de la casa...", le mandaban ya casi con angustia por que todas las órdenes eran cumplidas al instante y no podían parar ni un momento ya que el genio se enfadaba y les amenazaba con su espada.
Al llegar la noche apenas pudieron dormir ya que tenían que turnarse para dar órdenes al genio y así siguieron de muy mala manera ya que el genio en seguida estaba presto a sacar la espada y cortarles la cabeza en cuanto dejaban de mandarle cosas constantemente.
Al segundo día ya no podían más y el marido acudió muy temprano a la casa del vecino para ver si había regresado. Llamó a la puerta y el vecino le abrió. "Tienes que ayudarle", le dijo angustiado, "no puedo más, el genio no me deja vivir, ni disfrutar de todo lo que me ha dado; ya no sé que más mandarle y en cualquier momento va a acabar cortándome la cabeza, estoy desesperado, no sé que voy a hacer".
El vecino le miró con comprensión y le dijo: "Te lo advertí, no es fácil estar dándole ordenes siempre; pero no te preocupes yo sé como dominar al genio".
Juntos acudieron a la casa del matrimonio y el vecino ordenó al genio: "Genio, construye un pozo en el jardín que llegue hasta el centro de la tierra"; el genio chasqueó los dedos y al instante el pozo estuvo construido. "Bien, ahora coloca un poste en el centro del pozo que también llegue hasta el centro de la tierra" y el genio lo hizo. "Muy bien, ahora quiero que subas y bajes por el poste hasta que yo te diga"; con lo que el genio se puso a subir y bajar por el poste.
El vecino se volvió hacia el hombre y le dijo "Ves, no era tan difícil dominar al genio, pero hay que saber cómo hacerlo y qué ordenarle". Éste suspiró aliviado ya que algo que en un principio había creído ser una cosa estupenda se había transformado en una angustia ya que varias veces había estado a punto de perder la cabeza.
Al cabo de bastante tiempo el genio llamó a su amo para decirle que estaba cansado de subir y bajar por el poste, y que si le dejaba volver a su jarra, él solo haría lo que le mandaran sin agobiar a su dueño y sin utilizar más la espada.
ESTO ES UN CUENTO PARA EXPLICAR LA MEDITACIÓN DE CONCENTRACIÓN EN LA RESPIRACIÓN:
EL GENIO ES NUESTRA MENTE Y NUESTROS PENSAMIENTOS, QUE SIN CONTROL NOS PUEDEN LLEGAR A HACER PERDER LA CABEZA YA QUE NOS RECLAMAN HACER ALGO CONSTANTEMENTE. EL POSTE Y EL POZO SON LA RESPIRACIÓN, DE MANERA QUE POR MEDIO DE CONCENTRAR NUESTRA MENTE EN LA RESPIRACIÓN PODEMOS LLEGAR A CONTROLARLA PARA QUE NO NOS VUELVA LOCOS; YA QUE SI LA CONCENTRAMOS EN LA RESPIRACIÓN EL TIEMPO SUFICIENTE LA MENTE ACABA CANSÁNDOSE Y SE RENDIRÁ DE MODO QUE LOGREMOS SER NOSOTROS LOS QUE DOMINEMOS A NUESTRA MENTE Y NO ELLA LA QUE NOS DOMINE A NOSOTROS.
SALUD Y BUENAS MEDITACIONES
Gracias a Eduardo que nos envió esta reflexión
El Náufrago
El Náufrago
El único sobreviviente de un naufragio fue visto sobre una pequeña isla inhabitada. Él estaba orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara, y todos los días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero ésta nunca llegaba. Cansado, eventualmente empezó a construir una pequeña cabañita para protegerse, y proteger sus pocas posesiones. Pero entonces un día, después de andar buscando comida, el regresó y encontró la pequeña choza en llamas, el humo subía hacia el cielo. Lo peor que había pasado, es que todas las cosas las había perdido. El estaba confundido y enojado con Dios y llorando le decía: "¿Como pudiste hacerme esto?" Y se quedó dormido sobre la arena. Temprano de la mañana del siguiente día, el escuchó asombrado el sonido de un barco que se acercaba a la isla. Venían a rescatarlo, y les preguntó, ¿Cómo sabían que yo estaba aquí? Y sus rescatadores le contestaron: "Vimos las señales de humo que nos hiciste....." Es fácil enojarse cuando las cosas van mal, pero no debemos de perder el corazón, porque Dios esta trabajando en nuestras vidas, en medio de las penas y el sufrimiento. Recuerda la próxima vez que tu pequeña choza se queme.... Puede ser simplemente una señal de humo que surge de la GRACIA de Dios. Por todas las cosas negativas que nos pasan, debemos decirnos a nosotros mismos:
DIOS TIENE UNA RESPUESTA POSITIVA A ESTO.
lo envió Patricia que a su vez se lo enviaron
El jorobado
El jorobado
En un pueblo había un hombre que era todo bondad y que dedicaba su tiempo a ayudar a los demás. Pero ocurre que ese hombre, que siempre vestía con una capa larga hasta los tobillos, llevaba debajo de esa prenda una enorme joroba.
Su aspecto era bello pero aquella joroba lo transformaba en un ser deforme y casi toda la gente del lugar se burlaba de él, le palmeaban la giba entre risotadas y no lo tenían en cuenta para nada a pesar de que él tenía en cuenta a todos y a cada uno, preocupándose y ayudándolos. Algunos, incluso, si estaban de malhumor le arrojaban piedras porque no les gustaba tener cerca a alguien a quien veían como una especie de monstruo. "Por algo será que Dios lo castigó de esa manera decían algunos que, por supuesto, desconocían si existía ese "algo" al que hacían mención. El hombre de la joroba, mientras tanto, bajaba la cabeza y jamás respondía a ninguna de las agresiones o los desprecios. Seguía yendo de un lado a otro del pueblo, bamboleando en cada paso el gran bulto que llevaba en su espalda, y ofreciéndose para lo que desearan. Un chico solamente, uno de los chicos del pueblo, lo trataba con amor, le sonreía, hablaba con él y lo tomaba de la mano para acompañarlo en sus recorridas. Un día las gentes del pueblo parecieron ponerse de acuerdo para despertar de pésimo humor. Como este tipo de cosas es contable, discutiendo entre ellos por pequeñeces, empujándose, mirándose con mala cara. De repente apareció, como siempre el hombre de la capa y la joroba. Eso sólo les faltaba a los iracundos habitantes del lugar. Como en casos así , los humanos, por su curiosa forma de actuar, buscan descargar sus iras en los más indefensos, el hombre de la joroba fue de inmediato el blanco elegido por todos. De las agresiones verbales, que fueron creciendo cada vez más y con mayor crueldad, pasaron casi enseguida al ataque físico. Algunas piedras, al principio. Luego, con esa ira que es más ciega cuando es de muchos, comenzaron a armarse con palos y algunas herramientas y lo cercaron. Rodeándolo, se disponían ya a atacarlo cuando el chico se abrió paso entre todos y se puso junto a su amigo jorobado. Hubo un instante de duda. Y fue entonces que el niño les hablo y les dijo: "No pueden tocarlo. Gracias a él muchas desgracias que pudieron ocurrir en nuestro pueblo no ocurrieron, muchos enemigos se amigaron, muchas familias siguen unidas, muchos hombres conservan sus trabajos y muchas mujeres a sus hijos. Nos trajo el bien y ustedes eligen ahora pagarle con el mal y él no puede hacer nada para evitarlo.. Nunca me dijo quién es, pero yo lo sé......"
Y, dicho esto, tomo la capa del deforme y la arrancó de un tirón. En ese momento quedaron al descubierto dos bellas y luminosas alas a las que todos, hasta entonces, habían confundido con una joroba. El ángel besó al niño en la frente y se fue en silencio, sin un reproche, caminando en medio de los hombres del puedo que se abrían a su paso estupefactos, dejando caer sus armas y mas de una lágrima, aun los más rudos........
Esta historia nos enseña que uno tiene que aprender a ver..... y que, lo más importante, sólo se ve con los ojos del alma.
LA ROSA Y EL SAPO
Había una vez una rosa roja muy bella, se sentía de maravilla al saber que era la rosa más bella del jardín. Sin embargo, se daba cuenta de que la gente la veía de lejos. .... Se dio cuenta de que al lado de ella siempre había un sapo grande y oscuro, y que era por eso que nadie se acercaba a verla de cerca. Indignada ante lo descubierto le ordenó al sapo que se fuera de inmediato; el sapo muy obediente dijo: Está bien, si así lo quieres. Poco tiempo después el sapo pasó por donde estaba la rosa: y se sorprendió al ver la rosa totalmente marchita, sin hojas y sin pétalos. -Le dijo entonces: Vaya que te ves mal. ¿Qué te pasó?La rosa contestó: Es que desde que te fuiste las hormigas me han comido día a día, y nunca pude volver a ser igual. El sapo solo contestó:Pues claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso siempre eras la más bella del jardín.
Moraleja:
Muchas veces despreciamos a los demás por creer que somos mas que ellos,más bellos o simplemente que no nos "sirven" para nada.
Todos tenemos algo que aprender de los demás o algo que enseñar, y nadie debe despreciar a nadie.
No vaya a ser que esa persona nos haga un bien del cual ni siquiera estemos conscientes.
No hagamos acepción de personas, por su aspecto. Dios creo con el mismo amor a la rosa que al sapo.
La taza
La taza
Se cuenta que alguna una vez, en Inglaterra, existía una pareja que gustaba de visitar las pequeñas tiendas del centro de Londres. Una de sus tiendas favoritas era una en donde vendían vajillas antiguas.
En una de sus visitas a la tienda vieron una hermosa tacita. "¿Me permite ver esa taza?", preguntó la señora, "¡nunca he visto nada tan fino como eso!"
En cuanto tuvo en sus manos la taza, escuchó que la tacita comenzó a hablar. La tacita le comentó: * "Usted no entiende! Yo no siempre he sido esta taza que usted está sosteniendo! Hace mucho tiempo yo sólo era un montón de barro amorfo. Mi creador me tomó entre sus manos y me golpeó y me amoldó cariñosamente. Llegó un momento en que me desesperé y le grité: "Por favor!! Ya déjame en Paz!". Pero sólo me sonrió y me dijo: "aguanta un poco más, todavía no es tiempo."
* Después me puso en un horno. Yo nunca había sentido tanto calor! Me pregunté porqué mi creador querría quemarme, así que toqué la puerta del horno. A través de la ventana del horno pude leer los labios de mi creador que me decían: "aguanta un poco más, todavía no es tiempo." Finalmente se abrió la puerta. Mi creador me tomó y me puso en una repisa para que me enfriara." Así está mucho mejor!" me dije a mí misma, pero apenas si me había refrescado cuando mi creador ya me estaba cepillando y pintándome. El color de la pintura era horrible! Sentía que me ahogaría! "Por favor detente!" le gritaba yo a mi creador, pero él sólo movía la cabeza haciendo un gesto negativo y decía "aguanta un poco más, todavía no es tiempo."
* Al fin dejó de pintarme; pero esta vez me tomó y me metió nuevamente a otro horno! No era un horno como el primero, sino que era mucho más caliente! Ahora sí estaba segura que me sofocaría! Le rogué y le imploré que me sacara! Grité, lloré, pero mi creador sólo me miraba diciendo "aguanta un poco más, todavía no es tiempo."
* En ese momento me di cuenta que no había esperanza! Nunca lograría sobrevivir a ese horno! Justo cuando estaba a punto de darme por vencida se abrió la puerta y mi creador me tomó cariñosamente y me puso en una repisa que era aún más alta que la primera. Allí me dejó un momento para que me refrescara.
* Después de una hora de haber salido del segundo horno, me dio un espejo y me dijo: "Mírate! Ésta eres tú!" Yo no podía creerlo! Ésa no podía ser yo! Lo que veía era hermoso! Mi creador nuevamente me dijo: "Yo sé que te dolió haber sido golpeada y amoldada por mis manos, pero si te hubiera dejado como estabas, te hubieras secado. Sé que te causó mucho calor y dolor estar en el primer horno, pero de no haberte puesto allí, seguramente te hubieras estrellado. También sé que los gases de la pintura te provocaron muchas molestias, pero de no haberte pintado tu vida no tendría color. Y si yo no te hubiera puesto en ese segundo horno, no hubieras sobrevivido mucho tiempo, porque tu dureza no habría sido la suficiente para que subsistieras. Ahora tú eres un producto terminado! Eres lo que yo tenía en mente cuando te comencé a formar!".
Igual pasa con nosotros. Dios nunca nos va a tentar ni a obligar a que vivamos algo que no podamos soportar.
Dios sabe lo que está haciendo con cada uno de nosotros. Él es el artesano y nosotros somos el barro con el cual Él trabaja. Nos amolda y nos da forma para que lleguemos a ser una pieza perfecta y podamos cumplir con su voluntad.
Espero que al igual que a mí, esta historia nos ayude un poco a comprender lo mucho que Dios nos ama y que no nos da más de lo que no podamos soportar..."
Lo envió Pamela
Tesoros
Tesoros |
Hace muchísimos años vivía en la India un sabio de quien se decía que guardaba en un cofre encantado un gran secreto que lo hacía triunfador en todos los aspectos de su vida y que por eso se consideraba el hombre más feliz del mundo. Muchos reyes envidiosos, le ofrecían poder y dinero y hasta intentaron robarlo para obtener el cofre, pero todo era en vano.
Mientras más lo intentaba, más infelices eran, pues la envidia no los dejaba vivir.
Así pasaban los años y el sabio era cada vez más feliz.
Un día llegó ante él un niño y le dijo:
"Señor, al igual que usted, también quiero ser inmensamente feliz ¿Por qué no me enseña qué debo hacer para conseguir la felicidad?" El sabio, al ver la sencillez y la pureza del niño, le dijo: "A ti te enseñaré el secreto para ser feliz. Ven conmigo y presta mucha atención: En realidad son dos cofres en donde guardo el secreto para ser feliz y son mi MENTE y mi CORAZÓN, y el gran secreto no es otro que una serie de pasos que debes seguir a lo largo de la vida.
El primer paso es saber que existe la presencia de Dios en todas las cosas de la vida y por lo tanto, debes amarlo y darle gracias por todo lo que tienes.
El segundo paso, es que debes quererte a ti mismo y todos los días al levantarte y al acostarte, afirmar: Yo soy importante, yo valgo, yo soy capaz, soy inteligente, soy cariñoso, espero mucho de mí, no hay obstáculo que no pueda vencer. Este paso se llama Autoestima.
El tercer paso, es que debes poner en practica todo lo que dices que eres, es decir, si dices que eres inteligente actúa inteligentemente, si dices que eres capaz, haz lo que te propones, si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces propónte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas. Este paso se llama Motivación.
El cuarto paso es que no debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es, ellos alcanzaron su meta, logra tú las tuyas.
El quinto paso es que no debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie. Ese sentimiento no te dejará ser feliz, deja que las leyes de Dios hagan justicia. Tú, perdona y olvida.
El sexto paso, es que no debes tomar las cosas que no te pertenecen, recuerda que de acuerdo con las leyes de la naturaleza, mañana te quitarán algo de más valor.
El séptimo paso, es que no debes maltratar a nadie. Todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos respete y se nos quiera.
Y por ultimo, levántate siempre con una sonrisa en los labios, observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas, el lado bueno y bonito.
Piensa en los afortunado que eres al tener todo lo que tienes, ayuda a los demás, sin pensar que vas a recibir nada a cambio. Mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y dales también a ellos , el secreto para ser triunfadores y que de esta manera, puedan ser felices.
Anónimo
Espero que lo puedan poner en practica... yo por lo pronto lo voy a intentar...
Besosssssssss
Luz
lo envió Pao
EL ESPEJO
EL ESPEJO
Renato casi no vio a la señora, que estaba en el coche parado, al costado de la carretera. Llovía fuerte y era de noche. Pero se dió cuenta que ella necesitaba de ayuda...
LOS PAVOS NO VUELAN
Un paisano encontró en Catamarca un huevo muy grande.
Nunca había visto nada igual. Y decidió llevarlo a su casa.
-¿Será de un avestruz? -preguntó a su mujer.
-No. Es demasiado abultado -dijo el abuelo.
-¿Y si lo rompemos? -propuso el ahijado.
-Es una lástima. Perderíamos una hermosa curiosidad
-respondió cuidadosa la abuela.
-Ante la duda, lo voy a colocar debajo de la pava que
está empollando huevos. Tal vez con el tiempo nazca
algo- afirmó el paisano, y así lo hizo.
Cuenta la historia que a los quince días nació un
pavito oscuro, grande, nervioso, que con mucha avidez
comió todo el alimento que encontró a su alrededor.
Luego miró a la madre con vivacidad y le dijo
entusiasta:
-Bueno, ahora vamos a volar.
La pava se sorprendió muchísimo de la proposición de
su flamante cría y le explicó:
-Mira, los pavos no vuelan. Te sienta mal comer
deprisa. Entonces trataron de que el pequeño comiera
más despacio, el mejor alimento y en la medida justa.
El pavito terminaba su almuerzo o cena, su desayuno o
merienda y les decía a sus hermanos:
-Vamos, muchachos ¡a volar!
Todos los pavos le explicaban entonces otra vez:
-Los pavos no vuelan. A ti te sienta mal la comida.
El pavito empezó a hablar más de comer y menos de
volar. Y creció y murió en la pavada general: ¡pero
era un cóndor! Había nacido para volar hasta los 7,000
metros. ¡Pero nadie volaba..!
El riesgo de morir en la pavada general es muy grande.
¡Como nadie vuela!
Muchas puertas están abiertas porque nadie las cierra
y otras están cerradas porque nadie las abre.
El miedo al hondazo es terrible. La verdadera
protección está en las alturas. Especialmente cuando
hay hambre de elevación y buenas alas.
Lo envió Geles
LA RENOVACIÓN DEL ÁGUILA
Entonces el águila , tiene sólo dos alternativas: Morir , ..... ó enfrentar un doloroso proceso de renovación que durará 150 días.
¿ Por qué renovarnos ?
Para que reanudemos un vuelo victorioso, nos debemos desprender de ataduras , costumbres y otras tradiciones del pasado.
El león y la jirafa
El león y la jirafa
Abrió sus patitas delanteras para poder bajar su largo cuello y se acercó al agua. Allí, vio una sombra y se asustó un poco, enseguida observó que un pequeño león se escondía en un arbusto. Era Leonín, un pequeño león que se había perdido.
Leonín, miró hacia el cuello de la gran jirafa que parecía no acabarse nunca. Cuando al fin vio su cara, unos enormes ojos negros le miraban. El leoncito giró su cabeza y agachó las orejas. Avanzó la jirafa, a paso lento y tranquilo, hacia él, le tendió la patita.
El león la acarició y ambos perdieron el miedo. La jirafa le preguntó:
- ¿Cómo estás tan lejos de tu casa?
- Verás, le dijo el león.
- Me perdí, por salir corriendo detrás de una gacela. Sólo quería jugar. Corrí muy veloz hasta quedar agotado.
- ¿Qué ocurrió después?
- La gacela se espantó y yo me quedé en este lugar. Estaba muy asustado, pero soy un león valiente, ¡no quería llorar! Estoy tan cansado, dijo el leoncito.
- Ven, vamos hasta aquel árbol, - le dijo la jirafa – allí descansaremos.
El león se acurrucó entre las patitas de la jirafa y se quedó dormido junto a ella. Juntitos muy juntitos para darse calor.
Pasaron largos días, la jirafa cuidaba de él, le alimentaba y le daba cariño como si fuera su mamá. Un día le explicó que tal vez, dentro de un tiempo tendría que volver con los demás leones, pues era lo mejor para el leoncito.
Una mañana, el león bebía en el río, cuando unos leones se acercaron a él. La jirafa les observaba desde un alto. Contempló como el león se había encariñado con ellos. Había llegado el momento de partir. Ella vio como se alejaba el leoncito para siempre, pero a pesar de todo estaba feliz, porque él, había encontrado a su nueva familia.
Un viaje en barco
Un viaje en barco
INFORMANTE: Beatriz Sánchez (Jerez de la Frontera)
RECOGIDO POR: Elena Muro Murillo
-¿Podría llevarme gratis al Puerto de Santa María?
La vaca Paca
Cuento interactivo
Creado por los alumnos de Ed. Infantil 5 años
del C.E.I.P. Almanzor de Candeleda
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La vaca del cura moreno
La vaca del cura moreno
INFORMANTE: Teresa Casado Montenegro (Fuente Obejuna, Córdoba)Un cura tenía en un pueblecito sus vacas, sus ovejas y de todo. Y un día se le perdió la vaca y se puso a buscarla por todas partes. Había allí unos gitanos que, como otras veces, se paraban y hacían un chambao en las afueras. Y ve que uno de los niños está diciendo:
RECOGIDO POR: Juan Ignacio Pérez
-La vaca chiquita
del cura moreno
la tiene mi padre
colgá en el humero
y mi madre nos pone
muy buenos pucheros.
Y va el cura y le dice:
-Ven acá, que eso lo vas a decir en el púlpito, que se entere todo el mundo.
Y ya en el púlpito, dice el cura:
-Este niño va a decir la pura verdad. Lo que ha visto es la pura verdad, la pura verdad. Porque cuando se dice una verdad se está con Dios y hay que estar con Dios, hay que decir la pura verdad y este niño va a decir la pura verdad. ¡Venga, niño, di la verdad, lo que has visto!
Y el niño:
-El cura moreno
va con mi madre,
a Dios le ruego
que no lo pille mi padre.
LAS PRIMERAS FRESAS
LAS PRIMERAS FRESASVersión de Joseph Bruchac UN CUENTO CHEROQUI
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HACE MUCHO TIEMPO, cuando el mundo era nuevo, el Creador hizo a un hombre y a una mujer.
Los hizo a la vez, para que ninguno de los dos estuviera solo. Ellos se casaron y vivieron juntos y fueron felices durante mucho tiempo.
Luego, una tarde, el hombre volvió a casa de cazar y vio que la mujer aún no había empezado a preparar la comida. Estaba afuera recogiendo flores.
El hombre se enfadó.
-¡Tengo hambre! –dijo en tono irritado-. ¿Acaso esperas que coma flores?
La esposa entonces se enfadó también. Quería disfrutar de la belleza de aquellas flores con su marido. Para eso las había recogido.
-Tus palabras me ofenden le dijo-. No voy a seguir viviendo contigo.
La mujer se volvió hacia el Oeste y se encaminó hacia el Sol. Su marido la siguió, pero ella caminaba demasiado deprisa. No podía alcanzarla. La llamó a voces, pero ella no le oyó. Él se apresuró cuanto pudo, pero su esposa era más ligera.
El Sol observó al marido seguir a su esposa. Y vio la tristeza del hombre y se apiadó de él.
-¿Sigues enfadado con tu esposa? –preguntó el Sol,
-No- contestó el hombre-. Fui un estúpido dejándome arrastrar por la cólera. Pero no puedo alcanzarla para decirle que lo siento.
-Entonces te ayudaré- dijo el Sol.
EL Sol iluminó la Tierra con su luz delante de la mujer. Y allí donde la luz resplandecía, crecieron las frambuesas. Estaban maduras y parecían apetecibles, pero la mujer no se fijó en ellas y siguió caminando.
El Sol volvió a intentarlo. Brilló y crecieron los arándanos. Resplandecieron a al luz del sol, pero la mujer no se fijó en ellos. Siguió caminando hacia el Oeste, alejándose cada vez más de su marido.
El Sol lo intentó por tercera vez. Y allí donde sus rayos tocaron la Tierra, crecieron las moras. Eran oscuras y grandes, pero mucho más grande era la cólera de la mujer, que no se fijó en ellas.
Por fin, el Sol se esforzó al máximo. Iluminó la hierba delante mismo de los pies de al mujer y aparecieron las fresas. Brillaban como fuego en al hierba y la mujer tuvo que pararse al verlas delante.
Se arrodilló, arrancó una y la mordió. Nunca había probado cosa igual. Su dulzor le recordó lo felices que habían sido ella y su marido antes de reñir.
-Tengo que recoger algunos de estos frutos para mi marido-, se dijo, y se puso a recoger fresas.
Y todavía estaba recogiendo fresas cuando el hombre la alcanzó.
-Perdóname, perdona mis palabras ofensivas. le dijo el hombre.
Y ella le respondió compartiendo con él el dulzor de las fresas.
Y de esta forma vinieron al mundo las fresas.
Hoy día, cuando los cheroquis comes fresas, recuerdan que tienen que ser siempre amables unos con otros; recuerdan que la amistad y el respeto son tan dulces como el sabor de las fresas rojas en sazón.
Y colorín colorado esta historia ha terminado.
Joseph Bruchach es un indio de la tribu abenaki. Su talento para contar historias le ha hecho merecedor de diversos premios de narrativa. Es autor de novelas y libros de cuentos en los que recoge el rico acervo de relatos tradicionales de los pieles rojas. Escritos pensando en los niños, los cuentos de Bruchac tienen un alto valor pedagógico y encierran siempre, dentro del rico vuelo de su imaginación, una valiosa lección de humanidad.
Este libro esta editado por José J. Olañeta, Editor, en 1.994.
Las ilustraciones realizadas por Anna Vojtech y la traducción ha sido de Ángela Pérez.
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