Cuento
Alemania Oriental 1971 Nº Yvert 1407 |
Alemania Oriental 1971 Nº Yvert 1408 |
Alemania Oriental 1971 Nº Yvert 1409 |
No habían andado mucho cuando se toparon con una gata con la expresión más triste del mundo. Entonces el burro le dijo: "¿Qué te ocurre gatita, por qué estás tan melancólica?.-"Es que me estoy poniendo vieja y mis dientes están gastados. Prefiero sentarme junto al fuego que correr tras los ratones, por lo que mi ama intentó ahogarme. Entonces huí, pero ahora no sé qué hacer". "Ven con nosotros a Bremen. Tú sabes de música nocturna". La gata accedió y fue con ellos.
Alemania Oriental 1971 Nº Yvert 1410 |
Los tres vagabundos pronto llegaron a una granja donde, desde el techo
del granero, un gallo cacareaba con toda su fuerza. El burro le dijo:
"¿Por qué cacareas tan fuerte?". "Es la forma en que predigo el buen
tiempo".-Dijo el gallo-"Sin embargo, el domingo vienen invitados a comer
y la dueña de casa le ha dicho a la cocinera que me haga sopa, sin
compasión". Entonces el burro le dijo: "Por qué no vienes entonces con
nosotros. Vamos a Bremen y tu tienes buena voz. Podríamos hacer música
juntos". Y el gallo aceptó.
Caminaron hasta que comenzó a anochecer, y decidieron parar a descansar en un bosquecillo. El asno y el perro se hecharon bajo un gran árbol. La gata se encaramó en las ramas más bajas y el gallo voló hasta la cima, donde se sentía más seguro. Antes de dormirse, sin embargo, miró hacia los cuatro puntos cardinales, y vió a lo lejos un destello. Entonces, avisó a sus compañeros que había una casa cerca. A lo que el burro propuso: "Caminemos entonces un poco más. Porque aquí las pasturas son malas." Y el perro continuó: "¡Sí, un par de huesos también serían aceptables!". Así se fueron encaminando hacia la luz que se hacía cada vez más y más grande, hasta que llegaron a una guarida de ladrones. El burro, que era el más grande, se acercó a la ventana y dijo a los demás: "Veo una mesa con toda clase de majares y bebidas suculentas, a la que están sentados los ladrones".
Entonces los animales, se reunieron en consejo y urdieron un plan. El burro colocó sus patas delanteras sobre la ventana, el perro se subió a su lomo, el gato subió encima del perro, y finalmente, el gallo voló y se situó sobre la cabeza del gato. Cuando hubieron hecho esto, a la señal comenzaron su música: el asno rebuznó, el perro ladró, el gato maulló y el gallo cloqueó; y fue tan estruendoso el ruido que hicieron que los vidrios de la ventana templaron. Aterrorizados por estos ruidos espantosos, los ladrones se incorporaron y salieron corriendo por el bosque, seguros de que estaban siendo atacados por espíritus.
Entonces los compañeros de viaje se sentaron a la mesa y comenzaron a comer y beber todo lo que habían dejado, como si hubiesen estado ayunando por seis semanas. Tan pronto como hubieron terminado, apagaron las luces y se hecharon a dormir. El asno sobre un montón de paja, el perro detrás de la puerta, el gato cerca de las cenizas del hogar y el gallo voló hasta una viga. A la medianoche, los ladrones vieron que ya no había luz en la cabaña y que todo parecía tranquilo.
Entonces el jefe llamó a uno de la banda y lo envió a reconocer el
terreno. Este ladrón, al encontrar todo en paz, entró en la cocina para
encender una luz, y confundiendo los ojos de la gata con dos carbones
encendidos les acercó un fósforo. El gato se abalanzó sobre el malhechor
rasguñándolo, lo que lo asustó terriblemente. Corrió hacia la puerta
trasera pero el perro se incorporó y le mordió la pierna. Cojeando se
aproximó al montón de paja que había en el rincón, pero el burro le dió
una tremenda patada. Finalmente, el ruido despertó al gallo quien,
batiendo sus alas, gritó: "Qui-qui-ri-quíiii".
El ladrón corrió lo más rápido que pudo de regreso con su jefe y le dijo: "Vive en la casa una horrible bruja que me rasguñó la cara con sus largas uñas. La puerta trasera está custodiada por un hombre armado con cuchillos que clavó en mi pierna, y en el patio yace un monstruo negro que me golpeó terriblemente."
Después de esto los ladrones no se atrevieron a volver a la casa; y todo prosperó tan bien para los cuatro músicos de Bremen, que aún allí se encuentran al día de hoy.
Alemania Federal 1982 Nº Yvert 952 |
Caminaron hasta que comenzó a anochecer, y decidieron parar a descansar en un bosquecillo. El asno y el perro se hecharon bajo un gran árbol. La gata se encaramó en las ramas más bajas y el gallo voló hasta la cima, donde se sentía más seguro. Antes de dormirse, sin embargo, miró hacia los cuatro puntos cardinales, y vió a lo lejos un destello. Entonces, avisó a sus compañeros que había una casa cerca. A lo que el burro propuso: "Caminemos entonces un poco más. Porque aquí las pasturas son malas." Y el perro continuó: "¡Sí, un par de huesos también serían aceptables!". Así se fueron encaminando hacia la luz que se hacía cada vez más y más grande, hasta que llegaron a una guarida de ladrones. El burro, que era el más grande, se acercó a la ventana y dijo a los demás: "Veo una mesa con toda clase de majares y bebidas suculentas, a la que están sentados los ladrones".
Alemania Oriental 1971 Nº Yvert 1411 |
Entonces los animales, se reunieron en consejo y urdieron un plan. El burro colocó sus patas delanteras sobre la ventana, el perro se subió a su lomo, el gato subió encima del perro, y finalmente, el gallo voló y se situó sobre la cabeza del gato. Cuando hubieron hecho esto, a la señal comenzaron su música: el asno rebuznó, el perro ladró, el gato maulló y el gallo cloqueó; y fue tan estruendoso el ruido que hicieron que los vidrios de la ventana templaron. Aterrorizados por estos ruidos espantosos, los ladrones se incorporaron y salieron corriendo por el bosque, seguros de que estaban siendo atacados por espíritus.
Entonces los compañeros de viaje se sentaron a la mesa y comenzaron a comer y beber todo lo que habían dejado, como si hubiesen estado ayunando por seis semanas. Tan pronto como hubieron terminado, apagaron las luces y se hecharon a dormir. El asno sobre un montón de paja, el perro detrás de la puerta, el gato cerca de las cenizas del hogar y el gallo voló hasta una viga. A la medianoche, los ladrones vieron que ya no había luz en la cabaña y que todo parecía tranquilo.
Alemania Oriental 1971 Nº Yvert 1412 |
El ladrón corrió lo más rápido que pudo de regreso con su jefe y le dijo: "Vive en la casa una horrible bruja que me rasguñó la cara con sus largas uñas. La puerta trasera está custodiada por un hombre armado con cuchillos que clavó en mi pierna, y en el patio yace un monstruo negro que me golpeó terriblemente."
Después de esto los ladrones no se atrevieron a volver a la casa; y todo prosperó tan bien para los cuatro músicos de Bremen, que aún allí se encuentran al día de hoy.
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