La hormiga trabajadora
Érase una hormiga que lo único que hacía todo el día era trabajar y trabajar.
Un
día la hormiga se perdió y no sabía regresar. Se sentó con un grupo de
grillos que estaban tumbados cantando; esos grillos sólo cantaban y
cantaban, la hormiga les preguntó que si no recogían comida para el
invierno. Los grillos le dijeron que no, que pasaban; entonces la
hormiga hizo un trato con los grillos.
El trato era: si ustedes me cobijáis en vuestra casa todo el invierno yo os cogeré comida para todo el invierno.
Llegando
el invierno la hormiga les hacía de comer todo el día. Estuvieron todo
el invierno pasándoselo bien y la hormiga comprendió que, aparte de
trabajar, también era necesario divertirse y los grillos aprendieron que
era necesario recoger comida durante todo el verano.
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