Una costumbre transmitida de generación en generación por los padres, es sentarse al lado de la cama de sus hijos por las noches para que además de convivir un rato con ellos, les leamos un cuento, actividad que consideramos educativa y que despertará la imaginación de los pequeños y los hará disfrutar aún más sus sueños.



Desafortunadamente, muchos de esos relatos que consideramos como inocentes, puros y blancos no lo son en realidad. Bebesymas.com recuerda que varios expertos en narrativa infantil coinciden en que los llamados cuentos de hadas poseen varios , llenos de terror y horror, cuyo propósito principal es mostrarles a los infantes que la vida está llena de dificultades, las cuales habrá que superar en más de una ocasión.

Es muy probable que de los cuentos más cruentos y temerarios de la historia sea precisamente uno llamado "Struwwelpeter", que en español se ha traducido como "Pedro Melenas" o "Pedro El Desgreñado", el cual es uno de los libros de cuentos alemanes más exitosos y que se ha traducido en decenas de idiomas para distribuirlo por todo el mundo.



"Struwwelpeter" fue creado a principios del siglo XIX por un médico y psiquiatra de llamado Meno Heinrich Hoffman, quien una Navidad, al no encontrar el regalo perfecto para su hijo de tres años de edad, decidió tomar un montón de hojas blancas, en donde se puso a dibujar y escribir pequeñas narraciones, todas en verso, las cuales tenían una moraleja que aprender, en cierto modo un tanto cruel.

Un amigo del doctor le convenció al año siguiente de publicar esta obra literaria infantil, de la cual se dice que en 1845 se imprimieron un poco más de mil 500 ejemplares, eso si, con colores sobrios y nada fantasiosos por petición del autor, quien no quería que su trabajo fuera alterado para convertirse en algo fantasioso, pues su intención era que con sus cuentos se aleccionara o instruyera a los más pequeños.

Niños y personas amputadas, incineradas, cocinadas, muertas por arma de fuego son algunas de las moralejas inscrita en "Struwwelpeter", algo que en pleno siglo XXI son conceptos a los que no quisiéramos que la población infantil tuviera acceso, pues seguro que quien viera esos dibujos realistas y crueles, quedaría traumado ante tanta crueldad.

Los sitios pijamasurf.com, imaginaria.com.ar y konkykru.com publicaron varias de las ilustraciones de este libro infantil y aqui te presentamos algunas de ellas. ¿Sería ésta una herramienta para educar a tus hijos?

Pedro Melenas.



Esta primera ilustración corresponde exactamente a "Pedro Melenas", un niño al que no le gustaba asearse y descuidaba su aspecto personal. Por más de un año no había ido a que le cortaran el cabello, y había hecho lo mismo con las uñas. Por su aspecto, este chico era despreciado y vivía a la sombra de los demás.

La trágica historia de Harriet y los Cerillos.



Narra la historia de una niña llamada Harriet, a la que un día sus padres dejaron sola en casa. Aburrida, se puso a buscar cosas y encontró un paquete de cerillos, lo cual despertó la inquietud de encender uno, tal y como su madre lo hacía.Mina y Miz, las dos gatas que son las mascotas de la caza, le advierten del peligro que corre si lo hace. Harriet no las escucha, enciende una cerilla, la cual quema su vestido y su cabello; el fuego se extiende a tal grado que la niña queda reducida a cenizas.

La historia del pequeño chupadedo.



Conrado es un niño al cual le gusta chuparse el dedo, una práctica que disgusta en demasía a su madre, quien le amenaza diciéndole que si lo descubre metiéndose el pulgar a la boca, traerá al sastre para que con sus tijeras le corte los dedos.
El hijo desobedece la orden de la mamá y de repente, aparece en su casa el sastre, quien lleva unas tijeras muy afiladas, quien sin miramientos, le corta los dedos al pequeño para que nunca más vuelva a ser un chupadedos.

La historia de los niños negros.



Edward, Ran y William son tres niños que un día, jugando por la calle, se encontraron con otro chico de su edad de raza negra, lo cual desató la burla de los otros niños, quienes le decían que era más oscuro que la tinta.
Agrippa era un señor que vivía en la casa de a lado de los niños burlones y era tan alto que podía tocar el cielo con las manos. Se dio cuenta de la humillación que le habían hecho al niño negro, por lo que tomó a los tres entre sus brazos y los sumergió en un tintero enorme para hacerlos más negros que la propia sombra de la persona de la que se mofaron.

La historia del Cazador Desalmado.



Una liebre cobra venganza de aquel cazador que le quitó la vida a su familia. Estando este hombre recostado sobre la hierba, la liebre se acercó para robarle su escopeta y con ella, lo amenazó para que así cumpliera sus órdenes.
La liebre lo llevó hasta su casa en donde lo esperaba su mujer, quien se asomó por la ventana, mientras tomaba una taza de café. El animal disparó y el cazador se arrojó al pozo que estaba frente a su hogar.

La historia de Augusto, el melindroso.



Augusto era un niño obeso y rozagante, a quien le gustaba comer de todo menos sopa. Un día en su casa lo único que hicieron de comer fue precisamente este alimento, por lo que el niño pidió que le sirvieran otra cosa.
Nadie accedió a su petición y durante cuatro días, estuvo servido en la mesa el plato de sopa que no quería comer. Augusto, al no probar ninguna clase de alimento, adelgazó poco a poco y al cuarto día falleció por desnutrición.

La historia de Felipe, el berrinchudo.



Felipe es un niño que en todo momento hace rabietas a sus padres. Un día, mientras estaban en la mesa del comedor cenando, al niño se le ocurrió hacer uno de sus berrinches.
Estaba tan descontrolado que sin fijarse, la silla en la que estaba sentado se resbaló y al intentar frenar la caída, jaló el mantel, lo que provocó que todo lo que estuviera encima de la mesa, sopa, cubiertos y vasos, le cayeran encima, haciéndose mucho daño.

La historia de Juan el distraído.



Juan es un niño muy distraído que prácticamente no se fija en absolutamente nada cuando sale a la calle. Un día camino a la escuela, a Juan se le cruzó un perro, con el cual tropezó y terminó por caer; sin embargo, poco caso le hizo a este hecho.
Un día, caminaba como siempre viendo al cielo, sin que se percatara de que se acercaba a la orilla del río. Calló al agua y permaneció por un tiempo ahí, hasta que dos hombres lo rescataron. Jamás volvería andar sin fijarse por dónde pisa.

La historia de Roberto, el volador.



Todos los niños cuando comenzaba a llover dejaban de jugar para refugiarse en sus casas, menos Roberto, quien desobedeciendo la orden, tomó el paraguas rojo para salir a la intemperie.
Minutos después, el viento comenzó a soplar tan fuerte que a Roberto lo levantó el aire. Pese a que lloraba y gritaba, nadie lo escuchó y por lo tanto, nadie salió en su auxilio. Al niño jamás volvió a vérsele.

Por último, otra imagen desgarradora de un cuento infantil que retrata cómo una niña de tanto llorar perdió los ojos.